Ahora mi alma se me derrama, Porque los días de aflicción se han apoderado de mí.
Lamentaciones 2:12 - La Biblia Textual 3a Edicion l Preguntan a sus madres: ¿Dónde hay pan° y vino? Mientras yacen como heridos en las calles de la ciudad, Mientras exhalan el alma en el regazo materno. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfallecían como heridos en las calles de la ciudad, Derramando sus almas en el regazo de sus madres. Biblia Nueva Traducción Viviente Claman a sus madres: «¡Necesitamos comida y bebida!». Sus vidas se extinguen en las calles como la de un guerrero herido en la batalla; intentan respirar para mantenerse vivos mientras desfallecen en los brazos de sus madres. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos decían a sus madres:
¿Dónde hay pan?,
mientras caían desfallecidos
en las plazas de la ciudad
y derramaban su alma
en el regazo de sus madres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lámed. Decían a sus madres: '¿Dónde hay pan y vino?', mientras caían extenuados, heridos de muerte, en las plazas de la ciudad, exhalando su espíritu en el regazo de sus madres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfallecían como heridos en las calles de la ciudad, derramando sus almas en el regazo de sus madres. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Tímidamente claman los niños: «¡Mamá, tengo hambre!»; luego van cerrando los ojos y mueren en las calles, en brazos de su madre. |
Ahora mi alma se me derrama, Porque los días de aflicción se han apoderado de mí.
Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí: De cómo marchaba con la multitud y los conducía hasta la Casa de Dios, Entre voces de júbilo y de acción de gracias de la multitud en fiesta solemne.
Oh pueblo, confiad en Él en todo tiempo, Derramad vuestro corazón ante Él, ’Elohim es nuestro refugio. Selah
Tus hijos han desfallecido; Yacen en las encrucijadas° como antílope en la red, Llenos de la ira de YHVH, de la reprensión de tu Dios.
Por tanto, Yo le daré parte con los grandes, Y con los fuertes repartirá despojos, Por cuanto derramó su vida hasta la muerte, Y fue contado entre los pecadores, Habiendo cargado el pecado de multitudes y orado por los transgresores.
Devorarán tu mies y tu pan; Devorarán a tus hijos y a tus hijas; Devorarán tus rebaños y vacadas; Devorarán tus viñas y tus higueras, Y destruirán a espada tus ciudades fortificadas, En las cuales has puesto tu confianza.
k Todo su pueblo entre gemidos, anda pidiendo pan, Cambian sus tesoros por comida, para recobrar la fuerza.° ¡Mira, oh YHVH, y contempla cómo estoy envilecida!
d De pura sed, la lengua del lactante se pegó a su paladar, Los niños piden pan, y no hay quien lo reparta.
Y fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi espada en su mano, y quebraré los brazos de Faraón, y gemirá ante él con los gemidos de un hombre mortalmente herido.