Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Mateo 20:28 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

28 así como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y entregar su vida para rescatar a muchos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Hagan como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

28 así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 de la misma manera que el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 20:28
35 Tagairtí Cros  

y cualquiera que desee ser el primero entre ustedes, será el último;


porque esta es la sangre de mi pacto, que es derramada para perdón de los pecados de muchos.


Le respondió Jesús: – Las zorras tienen guaridas, las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde descansar su cabeza.


porque ni siquiera el Hijo del Hombre vino a ser servido, sino a servir y a dar la vida en rescate por muchos.


y les dijo: – Esta es mi sangre, señal del nuevo pacto, que será derramada en favor de muchos.


¿Quién es el más importante; el que está sentado a la mesa o el que sirve? ¿No es cierto que se considera más importante al que está sentado a la mesa? No obstante, yo estoy en medio de ustedes como el que sirve.


como yo también conozco al Padre íntimamente y Él me conoce; y consecuentemente pongo mi vida por mis ovejas.


quien fue entregado a la muerte por nuestros pecados y fue resucitado para nuestra justificación.


Porque ustedes conocen la gracia salvífica de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se empobreció por causa de nosotros, para que por medio de su pobreza, ustedes se hicieran ricos.


Cristo nos redimió de la maldición de la ley, e inclusive se hizo maldición en favor de nosotros, pues había sido escrito: “Maldito todo aquel que esté colgado en un madero”.


en quien tenemos redención por medio de su sangre y el perdón por nuestros pecados, de acuerdo a la riqueza creativa de su gracia,


y caminen en el amor sacrificial, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo en beneficio de nosotros, como ofrenda y sacrificio para Dios, como un olor agradable.


el cual se dio a sí mismo para salvación y liberación del pecado de toda la humanidad, este testimonio se vivirá y se contará a su debido tiempo.


quien se entregó a sí mismo por nosotros, a fin de redimirnos y limpiarnos de nuestros pecados, y convertirnos en un pueblo santo para Él, un pueblo que practica las buenas obras.


Porque todas las cosas existen y subsisten por Él, por eso hacía sentido que Dios perfeccionara al autor de la salvación, para que a través de su padecimiento, condujera a los hijos a la gloria.


Aunque era Hijo, a través del sufrimiento aprendió a obedecer;


así también Cristo murió una sola vez para perdonar los pecados de muchos. Así que, la próxima vez que Él se manifieste, ya no será para ofrecerse por los pecados, sino que el resultado para todos los que están esperando encontrarlo será la salvación plena.


Él llevó nuestros pecados en su propio cuerpo a la cruz, a fin de destruir nuestros pecados, para que vivamos en su justicia; porque fuimos sanados por medio de sus heridas.


También Cristo, murió por nuestros pecados una vez, un justo dando vida a los injustos, con el propósito de conducir a los inconversos a Dios, habiendo sufrido la muerte en la carne, pero viviendo en el Espíritu.


Él perdona nuestros pecados, no solamente los nuestros, sino los pecados del mundo entero.


y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito que resucitó de entre los muertos, el que gobierna sobre los reyes del mundo. Cristo nos ama sacrificialmente y con su sangre nos liberó de nuestros pecados,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí