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Hechos 3:15 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

15 y mataron al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, del cual nosotros somos testigos,

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Biblia Reina Valera 1960

15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Ustedes mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de los muertos. ¡Y nosotros somos testigos de ese hecho!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Mataron al Señor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 al paso que disteis muerte al autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos; de lo cual nosotros somos testigos.

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Hechos 3:15
29 Tagairtí Cros  

Ustedes son testigos de todo eso.


En Cristo estaba la vida plena, esta vida es la luz de la humanidad.


Yo les doy la vida eterna, no se perderán jamás, y no permito que nadie las arrebate de mi mano.


Jesús le contestó: – Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie llega al Padre si no es por mí.


le diste a tu Hijo autoridad sobre toda carne, para que Él regale la vida eterna a todos los que Tú le diste.


Jesús le respondió: – Si conocieras el don de la salvación y quién es el que te habla; no solo me darías de beber, sino que tú me pedirías el agua viva.


pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed, más bien, el agua que le daré se convertirá en una fuente inagotable de vida eterna.


Porque el Padre tiene vida plena en sí mismo, así también el Hijo tiene vida plena en sí mismo, pues se la dio el Padre.


desde que Él fue bautizado por Juan, hasta el día de su ascensión, para que reemplace a Judas y se una a nosotros como testigo de la resurrección.


pero Dios lo resucitó, liberándolo de sus dolores de muerte, ya que la muerte no tenía ningún poder para retenerlo.


Dios resucitó a Jesús, y todos nosotros somos testigos de esta resurrección.


Los líderes religiosos estaban muy molestos, porque ellos enseñaban que Jesús había resucitado, afirmando así la resurrección de los muertos.


Dios lo exaltó y lo puso a su derecha como Líder y Salvador, para que Israel se convierta y reciba el perdón de sus pecados.


Así está escrito: “El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente”. En cambio, el último Adán, Cristo, se convirtió en Espíritu que da vida.


es el mismo gran poder con el que Dios resucitó a Cristo de entre los muertos y lo sentó a su derecha en los lugares celestiales


Fijando la mirada en el autor y perfeccionador de nuestra fe, Jesús, el mejor ejemplo de fe, que miró el dolor con los ojos de la fe para redención, soportando la cruz y el maltrato, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.


Porque todas las cosas existen y subsisten por Él, por eso hacía sentido que Dios perfeccionara al autor de la salvación, para que a través de su padecimiento, condujera a los hijos a la gloria.


así que Jesús cumplió con todo lo que tenía que hacer; y habiendo sido perfeccionado, llegó a ser autor de la salvación eterna para todos los que le obedecen,


También sabemos que el Hijo de Dios está aquí, y nos ha dado sabiduría para que conozcamos íntimamente al verdadero Dios; y estamos con Él, el verdadero Cristo, Hijo de Dios, quien es el Dios verdadero y la vida eterna.


Luego me dijo: “Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida plena.


Luego el ángel me mostró un río de agua de vida plena, brillante como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero;


El Espíritu y la novia dicen: “¡Ven!”. Y el que escuche diga: “¡Ven!”. Que todo aquel que tenga sed venga; y el que desee, que tome gratuitamente del agua del don de la salvación y de la vida plena.


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