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Hechos 16:10 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

10 Esta visión fue una revelación para Pablo, por eso enseguida empezamos los preparativos para salir hacia Macedonia, estando conscientes de que Dios nos estaba llamando a anunciar el Evangelio que transforma toda la existencia humana en Europa.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Entonces decidimos salir de inmediato hacia Macedonia, después de haber llegado a la conclusión de que Dios nos llamaba a predicar la Buena Noticia allí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Al despertar nos contó la visión y comprendimos que el Señor nos llamaba para evangelizar a Macedonia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Tan pronto como tuvo la visión, enseguida procuramos partir para Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para proclamarles el evangelio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 En cuanto vio la visión, tratamos de salir para Macedonia, convencidos de que Dios nos había llamado a evangelizarlos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y cuando él vio la visión, inmediatamente procuramos ir a Macedonia, dando por cierto que el Señor nos llamaba para que les predicásemos el evangelio.

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Hechos 16:10
14 Tagairtí Cros  

Por eso vine sin protestar, obedeciendo a Dios; ahora pregunto: ¿Cuál fue la razón por la cual me hicieron venir?


allí predicaban el Evangelio que transforma toda la existencia humana.


Durante la noche Pablo tuvo una visión: se le apareció un hombre de Macedonia que estaba en pie y le rogaba a Pablo diciéndole: “Ven hasta Macedonia y ayúdanos”.


al medio día, cuando estaba en pleno camino, oh rey, vi una luz que venía del cielo y era más fuerte que el sol que nos iluminaba a mí y a los que venían conmigo;


Cuando se decidió que teníamos que navegar hacia Italia, entregaron tanto a Pablo como a otros prisioneros a un capitán romano llamado Julio, de un batallón especial que estaba al servicio del emperador.


Había un discípulo en Damasco llamado Ananías y el Señor por medio de una visión le dijo: – ¡Ananías! Y él respondió: – ¡Aquí estoy Señor!


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