Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hechos 10:28 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

28 Pedro les dijo: – Ustedes entienden que no está permitido que un hombre judío se reúna o visite a personas no judías; pero Dios me ha mostrado que yo no debo llamar impuro o menospreciar a ningún ser humano.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

28 Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Pedro les dijo: —Ustedes saben que va en contra de nuestras leyes que un hombre judío se relacione con gentiles o que entre en su casa; pero Dios me ha mostrado que ya no debo pensar que alguien es impuro o inmundo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

28 les dijo: 'Ustedes saben que no está permitido a un judío juntarse con ningún extranjero ni entrar en su casa. Pero a mí me ha manifestado Dios que no hay que llamar profano a ningún hombre ni considerarlo impuro.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

28 y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío reunirse o asociarse con un extranjero, pero Dios me ha mostrado que no llame común o inmundo a ningún hombre.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 a los cuales dijo: 'Vosotros sabéis que está prohibido a un judío juntarse o acercarse a un extranjero; sin embargo, Dios me ha hecho ver que a ningún hombre se le debe considerar profano o impuro.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 10:28
15 Tagairtí Cros  

Al ver que algunos de los discípulos comían sin lavarse las manos según el rito de purificación, empezaron a criticarlos.


El fariseo estaba de pie, y oraba para sí mismo: “Dios, gracias te doy porque no soy como el resto de los seres humanos: ladrones, malos, adúlteros, ¡ni tampoco como este cobrador de impuestos!;


Condujeron a Jesús desde la casa de Caifás hasta el palacio del gobernador; era de madrugada. Los judíos no entraron en la casa del gobernador romano porque no querían contaminarse y así poder comer la Pascua.


De repente vinieron sus discípulos, y se sorprendieron porque Jesús hablaba con una mujer; pero nadie tuvo el valor de cuestionarlo o preguntarle ¿por qué hablas con ella? o ¿de qué hablan?


Entonces la mujer samaritana le respondió: – ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí, que soy una samaritana, que te dé agua? (porque los judíos y los samaritanos no se llevaban bien).


Por eso vine sin protestar, obedeciendo a Dios; ahora pregunto: ¿Cuál fue la razón por la cual me hicieron venir?


Mas la voz me habló por segunda vez: – “No llames prohibido o impuro lo que Dios ha purificado”.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí