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Apocalipsis 12:11 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

11 Nuestros hermanos vencieron por la sangre del Cordero, y con sus testimonios de vida, y no se aferraron a sus propias vidas, sino que las entregaron bajo riesgo de muerte, por amor fueron mártires.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron. Y no amaron tanto la vida como para tenerle miedo a la muerte.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Ellos lo vencieron con la sangre del Cordero, con su palabra y con su testimonio, pues hablaron sin tener miedo a la muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y ellos lo vencieron en virtud de la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio, y despreciaron su vida hasta la° muerte.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Pero ellos lo han vencido por la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron, pues no amaron su vida tanto que rehuyeran la muerte.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte.

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Apocalipsis 12:11
33 Tagairtí Cros  

– Si alguien quiere seguirme, pero pone en primer lugar a su padre, a su madre, a su cónyuge, a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, es más, si no renuncia a su propia vida, no puede ser mi discípulo.


Estas cosas les he enseñado con el propósito de que tengan paz a través de mí. En este mundo tendrán crisis, pero ¡anímense!, porque yo vencí al mundo.


Sin embargo, no me importa si tengo que sacrificar mi propia vida, ya que mi gran objetivo es terminar mi carrera y cumplir satisfactoriamente con el ministerio que recibí del Señor Jesús, que es testificar solemnemente el Evangelio que transforma toda la existencia humana y es producto de la gracia de Dios.


Pero él nos contestó: – ¿Por qué lloran? ¿Por qué me parten el corazón? Por el nombre del Señor Jesús estoy dispuesto no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén.


Y el Dios de paz, muy pronto aplastará a Satanás y lo pondrá bajo sus pies. Que la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo, sea parte de la naturaleza cristiana de ustedes.


¡Pero gracias a Dios que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!


Ustedes hijos míos, son de Dios y han vencido a los enemigos de Cristo, pues mayor es Jesucristo, que está en ustedes, que sus enemigos que están en el mundo.


¿Quién es el que vence constantemente las tendencias pecaminosas del mundo? El que tiene una fe por identidad de que Jesús es el Hijo de Dios.


quien, por su parte, testificó con su propia vida la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo, todo lo que vio y experimentó.


Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la perseverancia que tenemos en Jesús, me encontraba exiliado en la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.


Cuando los dos testigos terminen su testimonio, la bestia que sale de la profundidad del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará.


Entonces, el dragón se puso furioso con la mujer y se fue a hacer guerra contra sus descendientes, que son los que cumplen los mandamientos de Dios y viven el testimonio de Jesús.


Me arrodillé a los pies del ángel para adorarlo, pero me dijo: “¡No hagas eso! Soy un siervo como tú y tus hermanos que viven el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. La victoria del jinete


Sé dónde vives; allí donde está el trono de Satanás; sin embargo, sigues fiel a mi nombre y no renegaste de tu fe por identidad, ni siquiera cuando Antipas, mi testigo fiel, que fue muerto entre ustedes, en esa ciudad donde vive Satanás.


El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que solo conoce quien la recibe.


Al vencedor, que guarde hasta el fin mis obras, es decir, permanezca fiel hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones,


El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios.


Y vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar; vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios; los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen; tampoco se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años;


Al vencedor, lo haré columna del templo de mi Dios y ya no saldrá de allí; escribiré en él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la que baja del cielo de parte de mi Dios; también grabaré en él mi nuevo nombre.


Al vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.


Al vencedor, se le vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.


Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio.


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