Cualquiera que diga una palabra injuriosa contra el Hijo del Hombre, podrá recibir perdón; pero el que cierre su corazón a la acción de Dios a través del Espíritu Santo, que convence del pecado, y genera la consciencia del arrepentimiento, no recibirá perdón, ni ahora, ni nunca, ya que de esto se trata la blasfemia contra el Espíritu Santo.
Ningún empleado puede servir a dos jefes al mismo tiempo, porque odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro: ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo.
Pablo, Bernabé y Juan Marcos salieron de Pafos en un barco y llegaron a Perge de Panfilia; pero Juan Marcos, abandonó a sus compañeros y regresó a Jerusalén.
Los miembros de esta sinagoga eran más nobles que los de Tesalónica, recibieron la Palabra con buena actitud, cada día examinaban las Escrituras, para verificar que lo aprendido era correcto.
Cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que en Berea fue anunciada la Palabra de Dios por Pablo; fueron a Berea para alborotar y agitar a las multitudes.
Pasó algún tiempo en Antioquía y luego emprendió otro viaje, atravesando por orden la región de Galacia y de Frigia, consolidando a todos los discípulos.
En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador en el servicio a ustedes; y en cuanto a los otros hermanos, son enviados de las iglesias, y también honran a Cristo.
De modo que pedimos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia, es decir, recoger esta bondadosa ofrenda entre ustedes, puesto que él ya la había comenzado.
porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, los que han anhelado demasiado el dinero, se extraviaron de la fe y cayeron en profundos sufrimientos y aflicciones.
A los ricos, que no sean orgullosos ni pongan las esperanzas en las riquezas porque pueden desaparecer en cualquier momento, sino que confíen en Dios, el que realmente ofrece una riqueza que fundamenta nuestra existencia;
En mi primera defensa frente a las acusaciones que me hicieron, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron; espero que esa actitud de ellos no sea tomada en cuenta.
A Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos: gracia y paz de parte de Dios Padre y de nuestro Salvador Jesucristo. La gracia nos permite vivir la vida de Dios en Cristo Jesús y la paz que se fundamenta en la justicia.