1 Pedro 2:8 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia8 también “se ha convertido en piedra de tropiezo y roca de escándalo”, los que no han creído en la Palabra, tropiezan y caen. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19608 y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente8 Además, «Él es la piedra que hace tropezar a muchos, la roca que los hace caer». Tropiezan porque no obedecen la palabra de Dios y por eso se enfrentan con el destino que les fue preparado. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)8 piedra en la que la gente tropieza y roca que hace caer. Cuando se niegan a creer en la palabra, están tropezando con aquello en lo que debían afirmarse. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion8 y: Piedra de tropiezo, y roca de escándalo.° Porque tropiezan en la Palabra, siendo desobedientes, para lo cual fueron también destinados. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19758 en piedra de tropiezo y roca de escándalo. En ella tropiezan los que se rebelan contra la palabra. Éste es su paradero. Féach an chaibidilBiblia Reina Valera Gómez (2023)8 Y: Piedra de tropiezo, y roca de escándalo a los que tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; para lo cual fueron también ordenados. Féach an chaibidil |
somos un olor desagradable, porque cuando sienten el olor de vida, son confrontados y reconocen su olor de muerte, pues son como cadáveres, siguiendo el camino que lleva a la muerte. Pero los que creen en Cristo, caminan hacia la vida; ¿y quién es capaz de llevar a cabo la tarea de esparcir el perfume del conocimiento de Dios?
Porque algunas personas han entrado encubiertas entre ustedes; hombres sin fe, sin piedad, que han cambiado la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús, por una vida libertina. Desde hace mucho tiempo ya se había escrito sobre estas conductas de condenación. Estos hombres están negando a nuestro único Señor y dueño, Jesucristo.