1 Pedro 1:22 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia22 Sus almas han sido purificadas como resultado de una obediencia a la verdad, por eso ámense los unos a los otros fraternal y sinceramente, practicando el verdadero amor sacrificial entre ustedes, al estilo de Dios en Cristo; Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196022 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente22 Al obedecer la verdad, ustedes quedaron limpios de sus pecados, por eso ahora tienen que amarse unos a otros como hermanos, con amor sincero. Ámense profundamente de todo corazón. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)22 Al aceptar la verdad, han logrado la purificación interior, de la que procede el amor sincero a los hermanos; ámense, pues, unos a otros de todo corazón, Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad° para un amor fraternal sincero, amaos intensamente de corazón los unos a los otros, Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197522 Una vez ya purificados con la sumisión a la verdad ordenada a un sincero amor fraterno, amaos de corazón y con sinceridad unos a otros. Féach an chaibidilBiblia Reina Valera Gómez (2023)22 Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; Féach an chaibidil |
¡la sangre de Cristo puede hacer muchísimo más, es mucho más poderosa y significativa! Él se ofreció a Dios como un sacrificio perfecto por el Espíritu eterno. Su sangre purifica nuestra conciencia del mal que hemos hecho, purifica nuestro ser por completo, para que así podamos adorar al Dios viviente.
conforme al plan de Dios Padre, que actúa en cada creyente en un proceso de santificación a través del Espíritu, para capacitarlos a la obediencia y que participen de los beneficios de la sangre de Jesucristo: gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y la paz, que es defender la justicia, sean multiplicadas en ustedes.