1 Pedro 1:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia2 conforme al plan de Dios Padre, que actúa en cada creyente en un proceso de santificación a través del Espíritu, para capacitarlos a la obediencia y que participen de los beneficios de la sangre de Jesucristo: gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y la paz, que es defender la justicia, sean multiplicadas en ustedes. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19602 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente2 Dios Padre los conocía y los eligió desde hace mucho tiempo, y su Espíritu los ha hecho santos. Como resultado, ustedes lo obedecieron y fueron limpiados por la sangre de Jesucristo. Que Dios les conceda cada vez más gracia y paz. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)2 a los elegidos, a quienes Dios Padre conoció de antemano y santificó por el Espíritu para acoger la fe y ser purificados por la sangre de Cristo Jesús: ¡Que la gracia y la paz abunden entre ustedes! Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion2 elegidos según el designio de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesús el Mesías: Gracia y paz os sea multiplicada. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19752 santificados por el Espíritu, según el previo designio de Dios Padre, para recibir el mensaje de Jesucristo y la aspersión de su sangre: que abunden en vosotros la gracia y la paz. Féach an chaibidilBiblia Reina Valera Gómez (2023)2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. Féach an chaibidil |
Pablo, comprometido con Dios, apóstol de Jesucristo, con la misión de llevarlos a tener una fe por identidad y un profundo conocimiento de la verdad, que es la coherencia entre el pensamiento y la realidad; para que generen en ustedes, llamados por Dios, una conducta de santidad reflejada en las buenas obras.