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Salmos 8:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 Cuando alzo la vista al cielo nocturno y contemplo la obra de tus manos, la luna y las estrellas que tú hiciste,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos —la luna y las estrellas que pusiste en su lugar—, me pregunto:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Al ver tu cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has fijado,

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos,° La luna y las estrellas que Tú afirmaste,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 En la boca de niños y de infantes, contra tus enemigos, pones tú fortaleza, a fin de anonadar rebeldes y adversarios.

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Salmos 8:3
18 Tagairtí Cros  

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.


»¡Qué grande es Dios, más alto que los cielos y más elevado que las estrellas!


¿Quién podrá contar sus ejércitos de ángeles? Y su luz se derrama sobre toda la tierra.


Tan glorioso es Dios, que hasta la luna y las estrellas son menos que nada comparadas con él.


Por el contrario, glorifícalo por sus poderosas obras que lo han hecho famoso.


Él destinó la luna para marcar los meses, y el sol para marcar los días.


Que grandes son las obras del Señor; todos los que en ellas se deleitan deben pensar en ellas.


Alábenlo, sol y luna, y todas ustedes, estrellas luminosas.


Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos.


Bastó que hablara, y se formaron los cielos; que soplara para que se formaran todas las estrellas.


Tuyos son los cielos y la tierra; todo en el mundo es tuyo. Tú lo creaste todo.


Cuando terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, Dios le entregó dos tablas de piedra con los Diez Mandamientos, escritos con su propio dedo.


«¡No hay la menor duda de que esto es obra de Dios!», exclamaron ante el faraón. Pero el faraón persistió en su terquedad, y no quiso oírlos, tal como el Señor lo había advertido.


Pero si yo echo fuera a los demonios con el poder de Dios, eso quiere decir que el reino de Dios ha llegado a ustedes.


Desde que el mundo fue creado, la humanidad ha contemplado toda la creación que le muestra el eterno poder de Dios y el hecho de que él es verdaderamente Dios. Así, lo invisible de Dios se deja ver por medio de la creación visible, por lo que nadie podrá excusarse diciendo que no sabía si Dios existía o no.


No levanten la vista a los cielos para adorar al sol, la luna o las estrellas. El Señor le ha tolerado esto a otras naciones, pero no a ustedes.


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