Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 4:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 Responde a mi clamor, Dios mío y defensor mío. Alivia mi pena. Ten piedad de mí; escucha mi oración.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Respóndeme cuando clamo a ti, oh Dios, tú que me declaras inocente. Libérame de mis problemas; ten misericordia de mí y escucha mi oración.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Cuando llamo, respóndeme, Dios mi defensor! En la angustia tú me has dado sosiego: ten compasión de mí y escucha mi oración.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Al director del coro, con neguinot.° Salmo de David. ¡Oh Dios de mi justicia,° respóndeme cuando clamo!° Tú, que en la estrechez me diste holgura,° Ten misericordia de mí y escucha mi oración.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Del director; con instrumentos de cuerda. Salmo. De David.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 4:1
35 Tagairtí Cros  

»¡Cómo ansiaba él atraerte y apartarte del peligro para llevarte a un extenso y agradable valle en donde hacerte prosperar!


Justo es Dios, y ama la justicia; los justos verán su rostro.


Señor, soy tu siervo; sí, soy tu siervo y el hijo que tú has hecho; ¡tú has roto mis cadenas!


El Señor protege a la gente sencilla; estaba yo muy débil, y él me salvó.


Ven y ten misericordia de mí como lo haces con quienes aman tu nombre.


¡No me sometas a juicio! Porque, comparado contigo, nadie es perfecto.


Oro así porque sé que me responderás, oh Dios. ¡Sí!, inclinas a mí tu oído y escuchas mi oración.


¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado? ¿Por qué te niegas a ayudarme y ni siquiera escuchas mis gemidos?


A esa persona Dios le dará su bendición; Dios su Salvador, les hará justicia,


Ven, Señor, y muéstrame tu misericordia, pues me hallo indefenso, abrumado, sumido en la tribulación.


No me entregaste a mi enemigo sino que me pusiste en un lugar seguro.


Me has preservado por mi honradez; has permitido que para siempre esté en presencia tuya.


¡Así como el ciervo jadea anhelando el agua, te anhelo yo, Dios!


Mi corazón rebosa de hermosos pensamientos! Recitaré un bello poema para el rey, pues mi lengua es como la pluma de un hábil escritor.


Señor, ten misericordia de mí; todo el día las tropas enemigas me presionan.


¡Ten compasión de mí, oh Dios, ten compasión de mí; pues en ti confío! Bajo la sombra de tus alas me esconderé hasta que pase la tormenta.


¡No, Señor! ¡no me castigues cuando estés enojado; no me reprendas en tu furor!


¡Oh Dios, bendícenos por tu misericordia! ¡Que resplandezca tu rostro cuando nos miras desde lo alto!


Dios es conocido en Judá, grande es su nombre en Israel.


«En el Señor reside toda mi justicia y fortaleza», dirá todo el pueblo. Y todos los que contra él estaban enojados, acudirán a él avergonzados.


Se le conocerá como Señor Justicia Nuestra. En aquel tiempo Judá e Israel habitarán en paz y con seguridad.


¡El Señor Dios es quien me hace estar fuerte! Me dará la velocidad de un venado y me conducirá con seguridad sobre la altura de las montañas». (Nota para el director del coro: Al cantar esta oración, el coro debe ir acompañado por instrumentos de cuerdas).


Por Dios es por quien ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría, nuestra justificación, nuestra santificación y nuestra redención.


Él nos libró de la muerte y de la misma manera nos volverá a librar cuando sea necesario. En él hemos puesto nuestra esperanza.


Creo que deben conocer, hermanos, las tribulaciones que pasamos en Asia. Nos vimos tan aplastados bajo tanta presión, que temimos no salir de allí con vida.


El Señor que me salvó de las garras del león y del oso, me salvará también de este filisteo. Saúl finalmente aceptó. ―Bien, ve —le dijo—, y que el Señor te acompañe.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí