Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 102:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 No te apartes de mí cuando estoy angustiado. Inclina tu oído y respóndeme pronto cuando te llamo,

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 No te alejes de mí en el tiempo de mi angustia. Inclínate para escuchar y no tardes en responderme cuando te llamo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 No me escondas tu cara en el día de mi desgracia, vuelve tus oídos hacia mí el día que te invoco, apresúrate en responderme.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia! ¡Inclina a mí tu oído! ¡Respóndeme pronto el día en que te invoco!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Señor, escucha mi plegaria, que a ti llegue mi clamor.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 102:2
21 Tagairtí Cros  

Pero si él prefiere no hablar, ¿quién podrá censurarlo? También él puede impedir que un hombre indigno llegue a gobernar, evitándole ruina a una nación; y puede con igual facilidad echar por tierra a una nación entera.


¿Por qué no perdonas sencillamente mi pecado y lo borras? Pues estoy a punto de echarme en el polvo y morir, y cuando me busques, ya no existiré».


Pero si te apartas de ellos, se aterran; si les quitas el aliento, mueren y vuelven al polvo.


¿Hasta cuándo me tendrás en el olvido, Señor? ¿Para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?


Ven pronto, Señor, y respóndeme, porque cada vez me deprimo más; ¡no te apartes de mí, o me muero!


Oh, Señor oye mi ruego para que se haga justicia; escucha mi clamor para obtener ayuda; presta oído a mi oración porque sale de un corazón sincero. ¡Presta oído a mi angustioso clamor!


Señor, ¡no te quedes lejos! ¡Oh Dios, fuerza mía, apresúrate a socorrerme!


¡Oh, no te ocultes cuando procuro hallarte! Airado, no rechaces a tu siervo. Tú has sido mi auxilio; no me dejes ahora, no me abandones, Dios de mi salvación:


Respóndeme pronto cuando a ti clamo; inclina tu oído y escucha el susurro de mi súplica. Sé para mí la gran roca que me protege de mis enemigos.


¡Te lo ruego, Señor, líbrame! ¡Pronto! ¡Ven a ayudarme!


No te ocultes de este siervo tuyo, pues estoy angustiado. ¡Apresúrate! ¡Respóndeme!


¡Líbrame, oh Dios! ¡Señor, apresúrate, acude en mi auxilio!


Sálvame de mis enemigos, porque tú eres justo. ¡Líbrame! Inclina tu oído, escucha mi plegaria y sálvame.


Pasaron muchos años, y murió el faraón. Los israelitas, sin embargo, gemían bajo su pesada carga, profundamente atribulados por la esclavitud, y lloraban amargamente delante de Dios. Dios oyó su lamento desde los cielos y


se acordó de su pacto, de la promesa hecha a Abraham, a Isaac y a Jacob de hacer regresar a sus descendientes a la tierra de Canaán.


Cuando pases por aguas profundas de gran tribulación, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos no te ahogarás. Cuando pases por fuego no te quemarás, las llamas no te consumirán.


Yo les responderé aun antes de que me invoquen; mientras estén aún contándome sus necesidades, yo procederé a contestar sus súplicas.


Aunque el Señor esté ahora oculto, voy a esperar a que nos ayude. En él reposa mi única esperanza.


Ustedes no han pasado por ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero pueden estar confiados en la fidelidad de Dios, que no dejará que la tentación sea más fuerte de lo que puedan resistir. Dios les mostrará la manera de resistir la tentación y escapar de ella.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí