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Proverbios 10:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

24 Lo que el malvado teme se cumplirá; lo que el justo desea se le concederá.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Los temores del perverso se cumplirán; las esperanzas del justo se concederán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Lo que el malvado temía le sucede; lo que el justo deseaba se le concede.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Lo que teme el malvado, eso le vendrá, Pero el deseo de los justos les es concedido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Al malvado se le cumplen sus temores; los justos ven colmados sus deseos.

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Proverbios 10:24
16 Tagairtí Cros  

Está cercado de terrores, y si tiene días buenos, pronto se le desvanecen.


Lo que siempre temí me ha sobrevenido.


Él cumple los deseos de quienes le temen; escucha su clamor de auxilio y los rescata.


Porque le has dado cuanto su corazón anhelaba, todo cuanto te pidió.


Deléitate en el Señor. Así él te dará lo que tu corazón anhela.


algún día van a estar en desgracia, y yo me reiré. Me burlaré de ustedes cuando estén llenos de miedo,


cuando el terror caiga sobre ustedes como una tormenta y los problemas y la angustia los arrastren como un torbellino.


El Señor detesta las ofrendas de los malvados, pero se deleita en las oraciones del justo.


Yo les enviaré grandes tribulaciones, todo cuanto ellos temían, pues cuando los llamé se negaron a responder, y cuando les hablé no quisieron escuchar. Por el contrario, ante mi propia vista hicieron lo malo, y a sabiendas escogieron lo que yo despreciaba.


Yo los expondré a la guerra que tanto han temido, dice Dios el Señor,


Entonces todas estas cosas le sucedieron a Nabucodonosor.


¡Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán satisfechos!


No los voy a dejar huérfanos; volveré a estar con ustedes.


Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.


Lo único que nos queda es esperar con terror el juicio, el fuego ardiente con el que Dios destruirá a sus enemigos.


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