Oseas 2:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20085 »Pues su madre se ha convertido en una prostituta. Ella hizo algo vergonzoso cuando dijo: “Correré detrás de otros hombres y me venderé a ellos para conseguir comida, bebida y ropa”. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19605 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente5 Su madre es una prostituta descarada y quedó embarazada de una manera vergonzosa. Dijo: “Iré tras otros amantes y me venderé a cambio de comida y agua, a cambio de ropa de lana y lino, también a cambio de aceite de oliva y bebidas”. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)5 Porque si no, la desvestiré y la dejaré desnuda, y sin nada, como cuando nació; será entonces igual que un desierto, como tierra sin agua, y morirá de sed. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion5 Sí, su madre se ha prostituido; la que los dio a luz se deshonró, Pues se dijo: Iré en pos de mis amantes, Los cuales me dan mi pan y mi agua, Mi lana y mi lino, mi aceite y mi vino. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19755 si no, la despojaré y la desnudaré, la dejaré como el día en que nació, la convertiré en desierto, la reduciré a tierra árida, y la mataré de sed; Féach an chaibidil |
Entonces el Señor me habló por segunda vez, y me dijo: «Ve y busca a tu esposa de nuevo, y tráela de vuelta contigo y ámala, aunque ella ame a otro hombre. ¡Porque así es como el Señor ama a los israelitas, aunque ellos han preferido rendir homenaje a otros dioses y participan de las comidas especiales que les ofrecen!».
El Señor dice: «¡Israel, qué bien recuerdo aquellos primeros días encantadores, cuando te conduje a través del desierto! ¡Recuerdo con alegría cuando te vi nacer y tus primeros pasos! ¡Cuánto me satisfacía, como los primeros higos del verano en su primer año! Pero al llegar a Baal Peor me abandonaste y te fuiste tras los dioses falsos. ¡Y te volviste tan repugnante como esos ídolos que adorabas!
Los jefes de los filisteos hicieron una gran fiesta a fin de celebrar la captura de Sansón. El pueblo hacía sacrificios al dios Dagón y lo alababan con mucho entusiasmo. «Nuestro dios nos ha librado de nuestro enemigo Sansón —gritaban satisfechos al verlo allí atado con cadenas—. El enemigo de nuestra nación, el que destruía nuestros campos, y el que ha matado a tantos de nosotros, ahora está en nuestro poder».