Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Oseas 2:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

23 »¡En aquel tiempo yo plantaré y cuidaré a Israel en la tierra sólo para mí! Me compadeceré de “la no compadecida” y le diré a Loamí: “Tú eres mi pueblo”, y él me responderá: “¡Tú eres mi Dios!”».

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 En ese tiempo yo sembraré una cosecha de israelitas y los haré crecer para mí. Demostraré amor a los que antes llamé “no amados”. Y a los que llamé “no son mi pueblo”, yo diré: “Ahora son mi pueblo”. Y ellos responderán: “¡Tú eres nuestro Dios!”».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 En ese día, palabra de Yavé, responderé a los cielos y ellos responderán a la tierra.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y la sembraré° en la tierra para mí mismo, Y me compadeceré de Lo-ruhama, Y diré a Lo-ammi: Pueblo mío. Y él responderá: ¡Tú eres mi Dios!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Aquel día responderé -oráculo de Yahveh-, responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra;

Féach an chaibidil Cóip




Oseas 2:23
33 Tagairtí Cros  

Tú eres mi Dios, y te alabaré. Tú eres mi Dios, y te exaltaré.


Todos en esta tierra lo verán y se volverán al Señor. Y la gente de todas las naciones lo adorará.


Egipto enviará dones de metales preciosos. Etiopía se inclinará ante Dios en adoración.


Que haya abundantes cosechas por toda la tierra, aun en las cumbres de los montes. Que los árboles frutales den fruto como lo hacen en el Líbano; que el fruto brote como la hierba en el campo.


Mi amado es mío y yo soy suya. Él está apacentando entre los lirios.


«Al Señor pertenecemos», dirán orgullosos, «somos israelitas», y tatuarán en sus manos el nombre de Dios o el honorable nombre de Israel.


Oh Señor, tú que eres para mí como fortaleza y baluarte en mi debilidad, como mi refugio en los días que estoy angustiado, pueblos de muchas partes del mundo acudirán a ti diciendo: «Nuestros antepasados fueron insensatos, pues adoraban ídolos vanos que para nada les aprovecharon.


Y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.


El Señor dice: En el futuro cercano multiplicaré la población y también el ganado aquí en Israel.


Y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.


»”Yo haré que su historial de maldades sea cosa del pasado.


Pronto Gómer concibió otra vez, y tuvo una hija. Y el Señor le dijo a Oseas: «Llámala Lorrujama (No más compasión), pues no tendré más compasión con Israel para perdonarlo de nuevo.


Ahora Israel implora, diciéndome: “¡Ayúdanos porque tú eres nuestro Dios!”.


»Aunque los esparza como semillas entre las naciones, aún en esos pueblos lejanos se acordarán de mí. Aunque llegaran a vivir con sus hijos lejos de su tierra, regresarán a ella de nuevo.


A este tercio restante lo someteré a una dura prueba, será como hacerlo pasar por el fuego para purificarlo, así como se hace con el oro y la plata para refinarlos. Entonces se dirigirán a mí con oraciones fervientes y yo les pondré atención. Diré: “¡Este es mi pueblo!”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.


»Al final, los que sobrevivan la plaga subirán cada año a Jerusalén para ofrecer homenaje al Rey, al Señor Todopoderoso, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos.


Y el Señor será Rey sobre toda la tierra. En aquel día solo el Señor será reconocido como Dios, y sólo su nombre será reconocido como digno de honor y homenaje.


»En aquel tiempo muchas naciones se convertirán en fieles devotas del Señor. También ellas serán mi pueblo, y viviré en medio de ellas. Entonces sabrán que fue el Señor Todopoderoso quien me envió a ustedes.


»Sepan que mi fama es muy grande y respetada en todas las naciones que hay desde el oriente hasta el occidente. Por todo el mundo ofrecen perfumes delicados y ofrendas puras en honor a mi gran fama. ¡De qué manera se ha extendido mi fama entre las otras naciones! Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.


Ahora bien, ¿Dios es sólo Dios de los judíos? No, Dios es Dios de todas las naciones.


Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus que se hallan dispersas por todo el mundo.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí