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Números 18:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

20 »Los sacerdotes no podrán poseer tierras ni tener otros ingresos, porque el tenerme a mí les será suficiente.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 El Señor le dijo a Aarón: «Ustedes, los sacerdotes, no recibirán ninguna asignación de tierra ni porción de terreno entre el pueblo de Israel. Yo soy tu porción y tu asignación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Yavé dijo además a Aarón: 'Tú no tendrás territorio alguno en el país ni habrá parte alguna para ti en medio de tu pueblo. Porque yo mismo soy tu parte y tu heredad en medio de los israelitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y YHVH dijo a Aarón: En tierra de ellos no heredarás, ni tendrás porción en medio de ellos. Yo soy tu porción y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Dijo Yahveh a Aarón: 'No tendrás heredad en su tierra, ni habrá parte para ti en medio de ellos; yo soy tu parte y tu heredad en medio de los israelitas.

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Números 18:20
20 Tagairtí Cros  

Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.


Entonces, oro a ti, Señor, y te digo: «Tú eres mi refugio, tú eres lo único que yo quiero en la vida».


El Señor es mi herencia, mi copa de bendiciones. Él cuida cuanto es mío.


La salud me puede fallar, mi espíritu puede debilitarse, ¡pero Dios permanece! ¡Él es la fuerza de mi corazón; él es mío para siempre!


El Señor es todo para mí, por lo tanto en él confiaré siempre.


»”En cuando a propiedades, no tendrán ninguna, ¡pues yo soy su herencia! ¡Eso es suficiente!


Pero tú, y tus hijos, personalmente llevarán a cabo el servicio sagrado incluyendo el del altar y todo lo que está dentro de la cortina, porque el sacerdocio es una tarea especial que Dios ha puesto en tus manos. Cualquier persona que trate de realizar estos deberes sin ser de tus descendientes morirá».


El número total de los levitas en el censo fue de 23.000, contando todos los varones de un mes hacia arriba. Sin embargo, los levitas no fueron incluidos en la cifra total del censo del pueblo de Israel, porque los levitas no iban a recibir tierras cuando estas se distribuyeran entre las tribus.


Esa es la razón por la cual la tribu de Leví no tiene reservada ninguna porción de la tierra entre las tribus hermanas. El Señor es su heredad, como el mismo Señor afirmó.


Allí te regocijarás delante del Señor con tus hijos e hijas y siervos. Además, recuerda siempre de invitar a los levitas para que hagan fiesta contigo, porque ellos no tienen tierra propia.


»No olvides compartir tus ingresos con los levitas de tu comunidad, porque ellos no tienen propiedades ni cosechas como tú.


Entrégaselo a los levitas, que no tienen heredad en medio tuyo, a los exiliados, a las viudas, o a los huérfanos dentro de tu ciudad, a fin de que puedan comer y quedar saciados; entonces el Señor te bendecirá a ti y a tu obra.


Asignación de tierras: Tierra asignada a la tribu de Leví: Moisés no asignó tierra a la tribu de Leví, ya que los levitas recibían las ofrendas consagradas al Señor.


Pero Moisés no le había dado tierra a la tribu de Leví porque, como ya les había explicado, el Señor era su herencia.


Moisés ya había entregado las tierras a las dos tribus y media que estaban al oriente del Jordán. La tribu de José se había dividido en dos: Manasés y Efraín. Los levitas no recibieron tierras, salvo las ciudades en que vivirían y las tierras de pastoreo que las rodeaban para el uso de sus rebaños.


Pero recuerden que los levitas no recibirán tierra: son sacerdotes del Señor, y ese sacerdocio es su herencia. Por supuesto, las tribus de Gad, Rubén y la media tribu de Manasés no recibirán nada más, porque ya tienen la tierra que les concedió Moisés, siervo del Señor, en el lado oriental del Jordán».


Oí entonces que una potente voz gritaba desde el trono: «La casa de Dios está ahora entre los seres humanos, y él vivirá con ellos. Ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos, y será su Dios.


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