Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Nehemías 8:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1-5 El día primero del mes séptimo todo el pueblo se reunió en la plaza que está frente a la puerta de las Aguas, para pedirle a Esdras, el jefe religioso, que leyera la ley que Dios les había dado por medio de Moisés. El sacerdote Esdras sacó el rollo de las leyes de Moisés. Se paró sobre un estrado de madera hecho especialmente para la ocasión, de modo que todos pudieran verlo mientras leía. Estaba ante la plaza que queda frente a la puerta de las Aguas, y leyó desde que amaneció hasta el mediodía. Todos se pusieron de pie cuando él abrió el rollo. Los que tenían edad para entender, escuchaban con mucha atención. A su derecha estaban de pie Matatías, Semá, Anías, Urías, Jilquías, y Maseías. A su izquierda estaban Pedaías, Misael, Malquías, Jasún, Jasbadana, Zacarías y Mesulán.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

1 y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 todo el pueblo se reunió con un mismo propósito en la plaza, justo dentro de la puerta del Agua. Le pidieron al escriba Esdras que sacara el libro de la ley de Moisés, la cual el Señor había dado a Israel para que la obedeciera.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Todo el pueblo se juntó como un solo hombre en la plaza frente a la puerta de las Aguas. Pidieron entonces al escriba Esdras que trajera el libro de la Ley de Moisés que Yavé había ordenado a Israel.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Y todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que está frente a la puerta de las Aguas, y le pidieron a Esdras el escriba que llevara el Rollo de la Ley de Moisés, que YHVH había ordenado a Israel.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se congregó en la plaza que hay frente a la puerta de las Aguas y dijeron a Esdras, el escriba, que trajera el libro de la ley de Moisés que Yahveh había impuesto a Israel.

Féach an chaibidil Cóip




Nehemías 8:1
25 Tagairtí Cros  

Luego, el rey fue al templo del Señor, acompañado de todos los sacerdotes, de los profetas y de todo el pueblo, pequeños y grandes, de Jerusalén y de otras ciudades de Judá. Y, en presencia de todos, el rey leyó el libro de la ley del Señor, que había sido descubierto en el templo del Señor.


Entonces Jilquías le dijo al secretario Safán: «¡Mira! Encontré el libro de la ley en el templo». Y Jilquías le entregó el libro a Safán, quien se lo llevó al rey, cuando fue a entregar el informe de lo que se había hecho en la reconstrucción del templo. Le dijo:


y a los sacerdotes y levitas y a todo el pueblo, grandes y pequeños, para que lo acompañaran al templo. Allí el rey les leyó el rollo, es decir, el pacto de Dios que fue encontrado en el templo.


Después, durante el reinado de Artajerjes, rey de Persia, Esdras llegó a Jerusalén. Esdras era hijo de Seraías. Seraías era hijo de Azarías; Azarías era hijo de Jilquías; Jilquías era hijo de Salún; Salún era hijo de Sadoc; Sadoc era hijo de Ajitob; Ajitob era hijo de Amarías; Amarías era hijo de Azarías; Azarías era hijo de Merayot, Merayot era hijo de Zeraías; Zeraías era hijo de Uzi; Uzi era hijo de Buquí; Buquí era hijo de Abisúa; Abisúa era hijo de Finés; Finés era hijo de Eleazar; y Eleazar era hijo de Aarón, el primer sumo sacerdote.


Esto fue porque Esdras se había propuesto estudiar y obedecer las leyes del Señor, y ser un maestro de la Palabra de Dios y enseñar las leyes al pueblo de Israel.


El rey Artajerjes entregó esta carta al sacerdote Esdras, que era un maestro muy entendido en los mandamientos que el Señor les dio a los israelitas:


Esdras, que llegó de Babilonia, era un maestro muy versado en las leyes que el Señor había dado al pueblo de Israel por medio de Moisés. Pidió que se le permitiera regresar a Jerusalén, y el rey le concedió su petición, porque Esdras contaba con la ayuda del Señor.


Estos eran los hombres que estaban en servicio en tiempo de Joaquim hijo de Jesúa y nieto de Josadac, cuando yo era el gobernador, y Esdras era el sacerdote y maestro de la Ley.


Cuando llegaron a la puerta de la Fuente, siguieron adelante y subieron las gradas que conducen hasta la Ciudad de David. Luego siguieron por la cuesta de la muralla, pasaron junto al palacio de David, hasta la puerta de las Aguas, en el oriente.


Los sirvientes del templo que vivían en Ofel repararon la muralla hasta la puerta de las Aguas, al oriente, y la torre que sobresale.


Así que la gente fue y cortó ramas y las usó para construir enramadas sobre las terrazas de sus casas, en los parques, en el atrio del templo, en la plaza junto a la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraín.


¡Contrasta las palabras de estas brujas con la palabra de Dios!, dice él. Si sus mensajes difieren de los míos, es que no proceden de mí, porque no hay en ellas luz de verdad.


Entonces ellos llevaron todas estas cosas a la entrada del santuario, como Moisés lo había ordenado, y el pueblo vino y estuvo de pie delante del Señor.


»Pongan mucho cuidado en seguir las instrucciones que di a todo Israel por medio de mi servidor Moisés, en el monte Horeb.


Entonces Jesús añadió: ―Los maestros de la ley que se han convertido en mis discípulos tienen a su alcance un tesoro doble: las antiguas verdades de las Escrituras y las verdades nuevas que mis enseñanzas revelan.


»¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque ni entran al reino de los cielos ni dejan entrar a nadie!


«¡Cualquiera que ve a estos escribas y fariseos creando leyes se creerá que son “Moisés en persona”!


»Yo les enviaré profetas, hombres llenos del Espíritu y escritores inspirados, pero a algunos los crucificarán, a otros les destrozarán las espaldas a latigazos en las sinagogas, y a los demás los perseguirán de ciudad en ciudad.


Entonces toda la nación de Israel envió a sus dirigentes y a cuatrocientos cincuenta mil hombres para que se reunieran delante del Señor en Mizpa. Vinieron desde Dan, desde Berseba y de todos los lugares intermedios, y desde el otro lado del Jordán, de la tierra de Galaad.


Y como un solo hombre respondieron: ―Ninguno de nosotros regresará a casa


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí