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Mateo 4:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

8 Finalmente el diablo lo llevó a la cima de una alta montaña y le mostró las naciones del mundo y la gloria que hay en ellas.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Luego el diablo lo llevó a la cima de una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria que hay en ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 A continuación lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todas las naciones del mundo con todas sus grandezas y maravillas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Nuevamente lo lleva el diablo, esta vez° a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 De nuevo lo llevó el diablo a un monte elevadísimo, le mostró todos los reinos de la tierra y su esplendor,

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Mateo 4:8
13 Tagairtí Cros  

La fiesta duró seis meses, con un despliegue enorme de las riquezas y las glorias del imperio.


y se jactó delante de ellos acerca de su riqueza, de sus muchos hijos, y de cómo el rey lo había honrado y lo había convertido en el hombre más poderoso del reino, después del mismo rey.


e iba diciendo: «¡Miren qué gran ciudad es Babilonia! Yo, con mi propio poder, he construido esta hermosa ciudad como mi residencia real y como capital de mi imperio».


Entonces Balán le dijo al rey: «Quédate junto al altar de los sacrificios y yo iré a ver si el Señor se encuentra conmigo. Entonces te diré lo que él me diga». Subió luego hacia una cumbre solitaria,


¿De qué les sirve ganarse el mundo entero y perder la vida eterna? ¿Habrá algún valor terrenal que compense la pérdida del alma?


Entonces el diablo lo llevó al lugar más alto del templo de Jerusalén.


El padre ama al hijo y le muestra todo lo que hace. Le mostrará cosas aun más grandes que estas y los dejará a ustedes asombrados.


«Todo humano es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo; la hierba se seca y la flor se cae,


El séptimo ángel tocó la trompeta, y varias voces potentísimas gritaron desde el cielo: «El reino de este mundo pertenece ahora a nuestro Señor y a su Cristo; y él reinará para siempre».


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