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Marcos 13:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 »Por eso, cuídense. A ustedes los entregarán a los tribunales y los golpearán en las sinagogas, y por mi causa los harán comparecer ante gobernadores y reyes, para dar testimonio ante ellos.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »Cuando esas cosas comiencen a suceder, ¡tengan cuidado! Los entregarán a los tribunales y los golpearán en las sinagogas. Serán sometidos a juicio ante gobernantes y reyes por ser mis seguidores, pero esa será una oportunidad para que ustedes les hablen de mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Pero ustedes preocúpense de sí mismos, porque van a ser apresados y entregados a los tribunales judíos, serán azotados en las sinagogas y tendrán que presentarse ante los gobernadores y reyes por mi causa, para ser mis testigos ante ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Pero mirad por vosotros mismos: Os entregarán a los sanedrines y seréis azotados en las sinagogas, y compareceréis delante de gobernadores y de reyes por causa de mí, para testimonio a ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero vosotros mirad por vosotros mismos: os entregarán a los tribunales del sanedrín, seréis azotados en las sinagogas y tendréis que comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos.

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Marcos 13:9
37 Tagairtí Cros  

Pues yo añado que el que se enoja contra su hermano está cometiendo el mismo delito. El que le dice “idiota” a su hermano, merece que lo lleven al juzgado. Y el que maldiga a una persona, merece ir a parar a las llamas del infierno.


―Mira, no le digas a nadie que yo te curé. Vete a presentarte ante el sacerdote y llévale la ofrenda que Moisés mandó, para que les conste a los sacerdotes.


Jesús les contestó y comenzó a decirles: ―Tengan cuidado de que nadie los engañe.


Las naciones pelearán una contra la otra, y un reino contra otro reino. Habrá terremotos por todas partes, y hambre. Esto sólo será el comienzo de los dolores.


Y si en alguna parte no los reciben ni les prestan atención, sacúdanse el polvo de los pies y váyanse. Con eso les estarán haciendo una advertencia».


Si en algún pueblo no quieren recibirlos, al salir de allí sacúdanse el polvo de los pies como un testimonio contra ellos».


Recuerden lo que les dije: “Ningún sirviente es más que su amo”. Así que, si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Y si han obedecido mis palabras, también obedecerán las de ustedes.


A ustedes los echarán fuera de las sinagogas; y llegará el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios.


y fue a visitarnos. Al ver a Pablo, le quitó el cinturón, se ató con él de pies y manos y dijo: ―El Espíritu Santo dice: “Así atarán los judíos de Jerusalén al dueño de este cinturón y lo entregarán a los gentiles”.


Los jefes judíos, al escuchar la acusación de Esteban, crujían los dientes y rabiaban de furia contra él.


Y yo le mostraré cuánto tendrá que sufrir por mi nombre.


A ustedes se les ha dado no sólo el privilegio de creer en Cristo, sino también de sufrir por él.


Este es sólo un ejemplo de la justa manera en que Dios hace las cosas; él los considera dignos de su reino, por causa del cual padecen.


Cuiden que no se pierda el fruto de nuestro trabajo, a fin de que ustedes reciban íntegramente el galardón.


Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la fortaleza que nos da Jesucristo, un día del Señor estaba en la isla de Patmos, a donde me habían desterrado por predicar la palabra de Dios y contar lo que sé de Jesucristo. Entonces quedé bajo el poder del Espíritu y escuché detrás de mí una voz que, estridente como toque de trompeta,


No temas lo que has de sufrir. Para probarlos, el diablo arrojará a algunos de ustedes en la cárcel y los estará persiguiendo durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.


Sé bien que vives en la ciudad donde Satanás tiene su trono; sin embargo, te has mantenido fiel a mí y no me negaste ni siquiera cuando en esa ciudad de Satanás llevaban al martirio a Antipas, mi fiel testigo.


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