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Lucas 10:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

29 Pero él, queriendo justificarse, le volvió a preguntar: ―¿Y quién es mi prójimo?

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Biblia Reina Valera 1960

29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 El hombre quería justificar sus acciones, entonces le preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 El otro, que quería justificar su pregunta, replicó: '¿Y quién es mi prójimo?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Pero él, queriendo justificarse, le preguntó a Jesús: '¿Y quién es mi prójimo?'.

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Lucas 10:29
11 Tagairtí Cros  

Entonces Eliú, hijo de Baraquel de Buz, perteneciente a la familia de los Ram, se enojó porque Job se negaba a reconocer que había pecado y a aceptar que Dios tenía justa causa para castigarlo.


Deben tratarlos como a uno de ustedes. Ámenlos como a ustedes mismos, porque recuerden que ustedes también fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor su Dios.


Dicho esto, llamó a la multitud junto con sus discípulos y añadió: ―Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.


¿Cuál de los tres piensas que se comportó como el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?


Jesús les dijo: «Ustedes se hacen pasar por buenos delante de la gente, pero Dios conoce sus corazones. Les digo que aquello que la gente piensa que tiene mucho valor para Dios es despreciable.


Como no conocen la manera en que Dios nos declara justos, tratan de hacerse justos a su propia manera, y así terminan rechazando la manera en que Dios quiere aceptarlos.


Si Dios lo hubiera hecho justo por las buenas obras que realizó, tendría motivos para sentirse orgulloso, aunque no ante de Dios.


Salta a la vista, pues, que nadie podrá jamás ganar el favor de Dios por obedecer la ley, porque está escrito: «El que halla la vida, la halla sólo porque confía en Dios».


Como pueden ver, a una persona se la declara justa por sus acciones, y no sólo por su fe.


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