Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Levítico 10:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Entonces salió fuego de la presencia del Señor que los quemó y mató.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Como consecuencia, un fuego ardiente salió de la presencia del Señor y los consumió por completo, y murieron ahí ante el Señor.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Y en eso, un fuego salió de la presencia de Yavé que los devoró, y murieron allí delante de Yavé.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y de la presencia de YHVH salió un fuego que los consumió y murieron en presencia de YHVH.°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Salió de delante de Yahveh un fuego que los abrasó, y cayeron muertos ante Yahveh.

Féach an chaibidil Cóip




Levítico 10:2
25 Tagairtí Cros  

Esto hizo que se encendiera la ira del Señor contra Uza, y lo hirió por aquel atrevimiento. Uza murió allí junto al cofre.


El anciano profeta salió, y encontró el cuerpo del profeta tirado en el camino, y el burro y el león estaban aún parados junto a él, porque el león no se había comido el cuerpo ni atacado al burro.


Entonces, repentinamente, descendió fuego del cielo y quemó el becerro, la leña, las piedras, el polvo, e hizo que se evaporara el agua que había en la zanja.


Pero Elías respondió: ―Si yo soy un varón de Dios, que descienda fuego del cielo y te destruya junto con tus cincuenta hombres. Y descendió fuego del cielo sobre ellos, y los mató a todos.


Elías respondió: ―Si soy un varón de Dios, que descienda fuego del cielo y te destruya a ti con tus cincuenta hombres. Y nuevamente descendió fuego de Dios, y los quemó.


Entonces el Señor descargó su enojo contra Uza y le quitó la vida, porque había tocado el cofre. Y así fue que murió allí, delante de Dios.


Antes el Señor nos destruyó porque manejábamos los asuntos suyos en forma impropia, por cuanto no eran ustedes quienes la conducían».


Nadab y Abiú murieron antes que su padre, sin tener hijos; por esa razón Eleazar e Itamar quedaron a cargo de la función sacerdotal.


Aún estaba hablando este mensajero, cuando llegó otro con más noticias malas: —Del cielo cayó un rayo que calcinó a las ovejas y a todos los criados. ¡Sólo yo escapé para contárselo!


Nuestro Dios, con rugir de trueno se acerca; todo lo destruye con fuego a su paso, y en torno suyo ruge la tormenta.


El Señor le dijo a Moisés: «Sube con Aarón, Nadab, Abiú y setenta de los ancianos de Israel. Pero ellos no podrán acercarse, sino que se arrodillarán a cierta distancia.


Hace tiempo está lista la hoguera funeraria de Moloc, el dios asirio, listo el montón de leña. El aliento del Señor como fuego de volcán la encenderá.


Se acercaron, pues, los agarraron por sus túnicas y los sacaron fuera del campamento, como Moisés les había ordenado.


Después de la muerte de los dos hijos de Aarón, que murieron por haber actuado en forma incorrecta al acercarse al Señor,


Entonces descendió fuego de la presencia del Señor, que consumió la ofrenda y la grasa que había sobre el altar. Cuando el pueblo vio esto, dio gritos de júbilo y adoró al Señor.


Enseguida descendió fuego del Señor y quemó a los doscientos cincuenta hombres que estaban ofreciéndole incienso.


Pero alcanzaron a morir catorce mil setecientas personas (además de los que habían muerto el día anterior con Coré).


Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego diferente al que Dios les había indicado.


Instantáneamente cayó al suelo muerta. Los jóvenes entraron y, al verla muerta, la sacaron y la enterraron junto a su esposo.


Al escuchar estas palabras, Ananías cayó al suelo y murió, y un gran temor se apoderó de los que escucharon esto.


Estos incidentes ocurrieron para servirnos de ejemplo; son una advertencia y fueron escritos para nosotros que vivimos cuando el mundo se aproxima a su fin.


Pero el Señor dio muerte a setenta hombres de Bet Semes porque se atrevieron a mirar dentro del cofre. Y el pueblo hizo duelo a causa de los muchos que el Señor había matado.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí