Juan 14:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹² »Les aseguro que el que cree en mí hará las mismas obras que yo hago, y hará obras todavía mayores porque yo vuelvo al Padre.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹² De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² »Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que Yo hago, también él las hará; y mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² 'De verdad os aseguro: el que cree en mí, hará las obras que yo hago, y aun mayores las hará, porque yo voy al Padre.

Juan 14:12 Tagairtí Cros

Mateo 21:21

Y Jesús les respondió: ―Pues les repito que si tienen fe y no dudan, podrán hacer cosas como esta y muchas más. Hasta podrán decirle al Monte de los Olivos que se quite y se arroje al mar, y los obedecerá.

Marcos 11:13

por lo que se acercó a una frondosa higuera. Esperaba hallar algunos higos, pero al hallar sólo hojas, porque no era la temporada de higos,

Marcos 16:17

Y estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas,

Juan 14:28

Ya me oyeron decirles que me voy, pero regreso a ustedes. Si me amaran, estarían alegres de que voy al Padre porque el Padre es más grande que yo.

Juan 16:7

Pero les digo la verdad: A ustedes les conviene que me vaya, porque si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré.

Juan 4:37

Porque es cierto lo que dice el refrán: “Uno es el que siembra y otro el que cosecha”.

Juan 5:20

El padre ama al hijo y le muestra todo lo que hace. Le mostrará cosas aun más grandes que estas y los dejará a ustedes asombrados.

Juan 7:33

Jesús les dijo: ―Todavía voy a estar con ustedes un poco más de tiempo, y después volveré al que me envió.

Juan 7:39

Lo que quería decir con esto era que los que creyeran en él recibirían el Espíritu. El Espíritu Santo todavía no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado.

Hechos 10:46

pues los oían hablando en lenguas y alabando a Dios. Entonces Pedro respondió:

Hechos 16:18

Esto lo hizo por varios días hasta que Pablo, muy molesto, se volvió y le dijo al demonio que estaba en la joven: ―Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de esta joven. E instantáneamente el demonio obedeció.

Hechos 19:12

A veces bastaba poner sobre el enfermo un pañuelo o alguna prenda de Pablo para que el enfermo sanara o los demonios salieran.

Hechos 2:33

Él está ahora sentado a la diestra de Dios. Y tal como lo prometió, después de recibir del Padre al Espíritu Santo, lo ha enviado a nosotros. Esto es lo que ustedes han visto y escuchado.

Hechos 2:41

Los que creyeron sus palabras, unos tres mil en total, se bautizaron y se unieron a los demás creyentes

Hechos 4:16

«¿Qué vamos a hacer con estos hombres? —se preguntaban—. No podemos negar que han realizado una gran señal, pues ya toda Jerusalén está enterada.

Hechos 4:33

Y con gran poder predicaban los apóstoles acerca de la resurrección del Señor, y Dios les dio abundante gracia.

Hechos 4:4

Pero a pesar de todo, muchos de los que oyeron el mensaje lo creyeron, y el número de los creyentes, contando sólo los hombres, era como de cinco mil.

Hechos 5:15

La gente colocaba a los enfermos en las calles en colchonetas y camillas para que al menos la sombra de Pedro los tocara.

Hechos 6:7

El mensaje de Dios se seguía extendiendo y el número de los discípulos aumentaba enormemente en Jerusalén, donde muchos de los sacerdotes judíos obedecían a la fe.

Hechos 8:7

Felipe echaba fuera demonios, que salían de sus víctimas dando gritos, y también sanaba paralíticos y cojos.

Hechos 9:34

―¡Eneas —le dijo Pedro—, Jesucristo te sana! Levántate y arregla tu cama. El paralítico quedó curado instantáneamente.

Hechos 9:40

Pedro les ordenó que salieran del cuarto y se arrodilló a orar. Luego se volvió hacia el cadáver: ―Levántate, Tabita —le ordenó. Inmediatamente ella abrió los ojos; y al ver a Pedro, se incorporó.

Romanos 15:19

También por medio de los milagros y señales poderosas que he realizado mediante el poder del Espíritu de Dios. He estado predicando el evangelio de Cristo por todas partes, desde Jerusalén hasta Iliria.