Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 40:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 En lo que a mí respecta, me quedaré en Mizpa e intercederé por ustedes ante los babilonios que vendrán acá como supervisores de mi administración. Establézcanse en cualquier ciudad que deseen, y vivan del producto de la tierra. Cosechen las uvas, los frutos de verano, las aceitunas, y almacénenlos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 Y he aquí que yo habito en Mizpa, para estar delante de los caldeos que vendrán a nosotros; mas vosotros tomad el vino, los frutos del verano y el aceite, y ponedlos en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 En cuanto a mí, permaneceré en Mizpa para representarlos a ustedes ante los babilonios cuando vengan a reunirse con nosotros. Establézcanse en las ciudades que han tomado y vivan de la tierra. Cosechen las uvas, los frutos de verano y los olivos, y almacénenlos».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Por mi parte, aquí me tienen establecido en Mispá, como representante del país ante los caldeos que se van a establecer en este lugar. Ustedes, pues, hagan la vendimia, recojan la fruta, cosechen el aceite y guárdenlo en sus tinajas; y vivan en los pueblos que ustedes van a ocupar.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

10 He aquí yo tengo que habitar en Mizpa, a disposición de los caldeos que vendrán a inspeccionarnos. Tomad el vino, los frutos de verano y el aceite, y ponedlos en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que os toque ocupar.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Por mi parte, tengo que residir en Mispá, para responder ante los caldeos que vengan a nosotros. Vosotros recoged vino, fruta y aceite, ponedlos en vasijas y estableceos en las ciudades que ocupáis'.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 40:10
15 Tagairtí Cros  

David acababa de pasar por la cima del monte cuando Siba, el administrador de la casa de Mefiboset, lo alcanzó. Llevaba dos burros cargados con doscientos panes, un centenar de tortas de uvas pasas, cien frutas de la estación y un pequeño barril de vino.


Tu pueblo es feliz y tus criados están contentos, pero ¿cómo podría ser de otra manera?, pues ellos están aquí día tras día escuchando tu sabiduría.


¿Conoces a algún hombre trabajador? Él será siervo de reyes y no de gente común.


Cuando salga el pasto y brote el verdor, y se recoja la hierba en los montes,


Así que lloro y me lamento por Jazer y por los viñedos de Sibma. Correrá mi llanto por Hesbón y Elalé, porque ha caído la destrucción sobre sus frutos de verano y sus mieses.


Pero por toda la tierra de Judá dejó unos cuantos, de entre los más pobres, y les dio tierras y viñedos.


comenzaron a volver a Judá desde los muchos lugares a donde habían huido. Se detuvieron en Mizpa para exponer sus planes a Guedalías y luego se fueron a las haciendas desiertas y recogieron una gran cosecha de uvas para vino, y otros productos.


Jeremías volvió entonces a donde estaba Guedalías y vivió en Judá con el pueblo que se había quedado en el país.


Todos, inclusive cuantos habían regresado de las regiones aledañas a donde habían huido, emprendieron el viaje a Egipto al mando de Johanán y los demás capitanes.


Varones de Sibma, ricos en viñedos, lloro por ustedes más que por Jazer, porque el invasor ha destruido tus lindos viñedos, tan famosos en toda la región. Tu cosecha y vendimia han sido convertidas en un desastre.


¡Ay de mí! Soy como el que ha llegado después de que ha pasado la cosecha y ya no encuentra ni higos ni uvas para comer. ¡Y yo que con tanta ilusión esperé por los buenos frutos!


Ustedes estén siempre vigilantes. Oren para que puedan escapar de todo lo que va a suceder, y así puedan presentarse delante del Hijo del hombre».


Josué (el hijo de Nun), tu ayudante, guiará a tu pueblo hacia ella. Anímale mientras se prepara para tomar el mando.


»Al final del tiempo de la cosecha, cuando el grano haya sido trillado, y las uvas hayan sido pisadas en el lagar, celebrarás otra fiesta, la fiesta de las Enramadas. Su celebración durará siete días. Serán días de alegría de los que participarán tu familia y tus siervos. Y no te olvides de invitar a los levitas, a los exiliados, a los huérfanos y a las viudas de tu pueblo. »La fiesta se celebrará en el santuario, que estará en el lugar que el Señor haya designado. Será tiempo de acción de gracias al Señor por la bendición que te ha dado de una buena cosecha y porque ha bendecido tu trabajo. Será un tiempo de gran gozo.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí