Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 14:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

22 ¿Qué dios pagano puede darnos lluvia? ¿Quién sino tú, oh Señor Dios nuestro, puede hacer cosas así? Por tanto, de ti esperaremos auxilio».

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

22 ¿Hay entre los ídolos de las naciones quien haga llover? ¿y darán los cielos lluvias? ¿No eres tú, Jehová, nuestro Dios? En ti, pues, esperamos, pues tú hiciste todas estas cosas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 ¿Puede alguno de los inútiles dioses ajenos enviarnos lluvia? ¿O acaso cae del cielo por sí misma? No, tú eres el único, ¡oh Señor nuestro Dios! Solo tú puedes hacer tales cosas. Entonces esperaremos que nos ayudes.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 ¿Hay acaso, entre los ídolos de los paganos, quién haga llover, o son los cielos los que dan los chubascos? ¿No eres tú únicamente, Yavé? ¡Oh Dios nuestro, sólo en ti esperamos, y tú eres quien ha hecho todas estas cosas!

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Entre las vanidades° de los gentiles, ¿Hay quien haga llover? ¿O pueden los cielos mismos dar aguaceros? ¿Acaso, oh YHVH, no eres Tú el Dios nuestro? Esperaremos, pues, en ti, Porque Tú haces todas estas cosas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 ¿Hay entre los ídolos de las naciones quien haga llover, o pueden los cielos dar lluvias? ¿Acaso no eres tú, Yahveh? ¡Dios nuestro, en ti esperamos, pues eres tú quien hace todas estas cosas!

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 14:22
39 Tagairtí Cros  

Elías, el profeta de Tisbé de Galaad, le dijo al rey Acab: «Tan cierto como que el Señor, Dios de Israel, vive, el Dios al cual adoro y sirvo, te digo que no habrá rocío ni lluvia durante varios años en Israel, hasta que yo lo diga».


Porque el Señor, Dios de Israel, dice que siempre habrá suficiente harina y aceite en tus depósitos hasta el día en que él envíe la lluvia, y vuelva a haber cosecha.


Tres años más tarde, el Señor le dijo a Elías: «Ve y dile al rey Acab que pronto enviaré lluvia nuevamente».


Él establece las leyes de la lluvia y el sendero del relámpago.


Envía lluvia a la tierra para regar los campos,


Yo espero en el Señor; sí, espero en él. He puesto mi esperanza en su palabra.


Hace que las nubes se levanten sobre la tierra; envía el relámpago con la lluvia y libera al viento de sus depósitos.


Él cubre los cielos de nubes, envía la lluvia sobre la tierra y hace que la hierba verde crezca en los pastizales del monte.


Dame por guardias la santidad y la integridad, pues espero que me protejas,


Nadie que tenga fe en ti, Dios mío, se avergonzará de haber puesto su confianza en ti. Pero los que engañan a otros serán avergonzados.


Espera al Señor; él acudirá. Sé valiente, resuelto y animoso. Sí; espera, y él te ayudará.


Pero el Señor aún espera que acudan a él para poder demostrarles su amor. Él los conquistará para bendecirlos, tal como lo ha dicho, porque el Señor es fiel a su promesa. Bienaventurados son cuantos esperan confiados en la ayuda del Señor.


Entonces Dios los bendecirá con lluvia en el tiempo de la siembra y con grandes cosechas y abundantes pastos para su ganado.


Fíjense, todos son objetos ridículos e indignos. Sus ídolos son tan vacíos como el viento.


Fue nuestro Dios quien formó la tierra por medio de su poder e inteligencia, quien con suma sabiduría colgó las estrellas en el espacio y extendió los cielos.


Es su voz la que retumba en el trueno de las nubes tormentosas. Él hace que de la tierra se levante la niebla, envía el relámpago y produce la lluvia, y de sus tesoros saca el viento.


Nada valen, son necedad; serán aplastados junto con sus fabricantes.


Oh Señor, tú que eres para mí como fortaleza y baluarte en mi debilidad, como mi refugio en los días que estoy angustiado, pueblos de muchas partes del mundo acudirán a ti diciendo: «Nuestros antepasados fueron insensatos, pues adoraban ídolos vanos que para nada les aprovecharon.


No me han tomado en cuenta para nada, y dicen: «¡Él no nos inquietará! ¡Ningún mal nos sobrevendrá! ¡No habrá hambre ni guerra!


Cuando el Señor habla, hay trueno en los cielos, y hace que de toda la tierra se levante vapor; de sus tesoros saca el relámpago, la lluvia y los vientos.


Se empeñará en correr tras sus amantes, pero no los alcanzará. Los buscará, pero no los encontrará. Entonces pensará: “Quizás sea mejor que vuelva a mi marido, pues me iba mejor con él que con mis amantes”.


¡Regocíjense, habitantes de Jerusalén, regocíjense en el Señor su Dios! Porque las lluvias que él envía son muestras de su perdón. Una vez más vendrán las lluvias de otoño, además de las de primavera, siempre en la cantidad y los tiempos oportunos.


»Les arruiné sus cosechas reteniendo la lluvia tres meses antes de la siega. Envié lluvia sobre una ciudad, pero no sobre otra. Mientras que la lluvia cayó sobre un campo, otro estaba seco y marchito.


Ellos someterán, por medio de su poder y destreza para la guerra, a Asiria, la tierra de Nimrod. Sí, cuando los asirios se atrevan a invadirnos, este rey nuestro nos librará de ellos y los expulsará de nuestra tierra.


Pero yo he puesto toda mi confianza en el Señor; yo confío en que Dios me salvará de cualquier peligro, y estoy seguro que siempre escucha mis ruegos.


De esta forma estarán actuando como hijos de su Padre que está en el cielo, porque él da la luz del sol a los malos y a los buenos y envía la lluvia a los justos y a los injustos.


Él te abrirá el maravilloso tesoro de las lluvias de los cielos para que tengas ricas cosechas en cada estación. Él te bendecirá en todo lo que hagas; y tú prestarás a muchas naciones, y no tendrás necesidad de pedir prestado de ellas.


Me han dado celos con sus ídolos, los cuales no son dioses. Ahora yo haré que sientan celos dando mi amor a las insensatas naciones gentiles que lo rodean.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí