Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hechos 3:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 ―No tengo dinero que darte —continuó Pedro—. Pero te daré lo que tengo. ¡En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y camina!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 pero Pedro le dijo: «Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pero Pedro le dijo: 'No tengo oro ni plata, pero te doy lo que tengo: En nombre del Mesías Jesús, el Nazareno, camina.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pedro dijo: No tengo plata ni oro; pero lo que tengo te doy: En el nombre de Jesús de Nazaret, el Mesías, ¡anda!°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Pedro le dijo: 'Ni plata ni oro tengo; pero lo que tengo, eso te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, anda'.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 3:6
22 Tagairtí Cros  

El día del juicio muchos me dirán: “Señor, nosotros predicamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y realizamos muchísimos milagros”.


Ella hizo lo que pudo. Se ha anticipado a ungir mi cuerpo, preparándolo para la sepultura.


Y estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas,


Pilato mandó que pusieran un letrero sobre la cruz. En este estaba escrito: «jesús de nazaret, rey de los judíos».


»Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret y él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


Esto lo hizo por varios días hasta que Pablo, muy molesto, se volvió y le dijo al demonio que estaba en la joven: ―Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de esta joven. E instantáneamente el demonio obedeció.


»¡Escúchenme, varones israelitas! Como ustedes bien saben, Dios respaldó a Jesús de Nazaret con los milagros prodigiosos que realizó a través de él.


»Por lo tanto, pueblo de Israel, sepan bien que Dios ha hecho Señor y Mesías a Jesús, el que ustedes crucificaron».


Este hombre se sanó en el nombre de Jesús, y ustedes saben que era inválido. La fe en el nombre de Jesús logró la perfecta curación de esta persona.


El lisiado los miró con ansiedad, esperando recibir una limosna.


Entonces Pedro lo tomó de la mano y lo levantó. Al instante, los pies y los tobillos se le fortalecieron


permítanme declarar ante ustedes y ante todo el pueblo de Israel que este hombre recibió la sanidad en el nombre y mediante el poder de Jesucristo de Nazaret, a quien ustedes crucificaron pero a quien Dios resucitó. Gracias a él, este hombre está hoy aquí sano.


Cuando los dos discípulos comparecieron ante ellos, les preguntaron: ―¿Quién les ha dado potestad o autoridad para hacer esto?


―¡Eneas —le dijo Pedro—, Jesucristo te sana! Levántate y arregla tu cama. El paralítico quedó curado instantáneamente.


Hasta este momento hemos pasado hambre y sed, no tenemos ropa, nos maltratan, no tenemos hogar.


Tenemos el corazón adolorido, pero a la vez no nos falta el gozo. Parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; no tenemos nada, y, sin embargo, somos dueños de todo.


Si están de veras ansiosos de dar, la cantidad que den será bien recibida. Dios quiere que den de lo que tienen; no de lo que no tienen.


Ustedes ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo; aunque era rico, se hizo pobre por amor a ustedes, para que mediante su pobreza se enriquecieran ustedes.


Escuchen, hermanos queridos: Dios ha escogido a los que son pobres según el mundo, para que sean ricos en fe y reciban como herencia el reino que él prometió a quienes lo aman.


Cada uno de ustedes ha recibido algún don de Dios; úsenlo para servir a los demás. Sean fieles administradores de los diferentes dones de Dios.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí