Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hechos 26:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

16 Levántate y escúchame. Me he aparecido a ti porque quiero que seas mi siervo. También serás mi testigo de lo que has visto y de lo que yo te voy a revelar.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Ahora, ¡levántate! Pues me aparecí ante ti para designarte como mi siervo y testigo. Dile a la gente que me has visto y lo que te mostraré en el futuro.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Ahora levántate y ponte en Pie: me he manifestado a ti para hacerte servidor y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te mostraré más adelante.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque me he aparecido° a ti precisamente para escogerte por ministro y testigo, no sólo de las cosas que has visto de mí,° sino de aquellas en que me apareceré a ti,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Pero levántate y ponte en pie; porque para esto me he aparecido a ti, para constituirte en servidor y testigo de lo que acabas de ver y de lo que aún te mostraré.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 26:16
34 Tagairtí Cros  

Y me dijo: ¡Ponte de pie, hombre mortal, que hablaré contigo!


Él dijo: “¡Oh Daniel, amado de Dios, levántate y escucha cuidadosamente lo que yo tengo que decirte, pues Dios me ha enviado a ti!”. »Así que me puse de pie, aún temblando de temor.


según nos las contaron quienes fueron testigos presenciales de todo desde el principio. Ellos eran también servidores de la Palabra.


»Judas era uno de nosotros, y participaba del mismo servicio que hacíamos nosotros.


para asumir el apostolado de Judas el traidor, quien ya está donde le corresponde estar».


No me importa cuánto haya de sufrir ni trato de salvar mi vida. Lo único que me importa es terminar con gozo mi carrera y la tarea que me señaló el Señor Jesús: dar testimonio del inmenso amor de Dios.


Luego de intercambiar saludos, les hizo un recuento de lo que Dios había realizado entre los gentiles a través de su persona.


Le pregunté: “¿Qué debo hacer, Señor?”. »El Señor dijo: “Levántate, y entra en Damasco. Allí te dirán todo lo que tienes que hacer”.


A la noche siguiente, el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: ―Ánimo. De la misma manera que has hablado de mí en Jerusalén, hablarás en Roma.


Entonces respondí: “¿Quién eres, Señor?”. El Señor me contestó: “Yo soy Jesús, al que tú estás persiguiendo.


Así podremos nosotros dedicarnos a orar y a proclamar la Palabra.


Por medio de Cristo, Dios derramó su gracia sobre nosotros y luego nos envió a todas las naciones, para que estas sean obedientes a la fe por amor a Cristo.


para ser servidor de Cristo para bien de los gentiles. Mi deber sacerdotal es llevarles el evangelio de Dios, a fin de presentar a los gentiles ante Dios como una ofrenda que a él le agrada, porque el Espíritu Santo la ha purificado.


Dios, en su misericordia, es el que nos permite servirle, y por eso no nos damos nunca por vencidos.


Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo por lo que Jesucristo hizo. Y Dios nos ha otorgado la tarea de la reconciliación.


No lo recibí ni aprendí de ninguna persona, sino que fue Jesucristo mismo quien me lo enseñó.


Dios me había revelado que debía hablar en privado con los dirigentes de Jerusalén acerca del evangelio que predicaba entre los gentiles. Lo hice para que todo mi trabajo no fuera en vano.


Ya antes les mencioné brevemente que Dios mismo me reveló ese misterio.


Pero para esto tienen que creer firmemente y no abandonar la esperanza que tienen gracias a las buenas noticias. Estas son las buenas noticias que un día escucharon y que ahora mismo están siendo proclamadas en el mundo entero. Y yo, Pablo, trabajo anunciándolas.


Después de todo, sirvo a la iglesia por comisión divina, que me fue dada para bien de ustedes y con el propósito de revelar el plan divino en todas partes.


Epafras, nuestro muy amado colaborador, el que les enseñó el evangelio y en quien tienen ustedes a un fiel servidor de Cristo,


Por eso les enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el anuncio del evangelio de Cristo, para que los anime y haga más firmes en su fe,


Mil gracias doy a Cristo Jesús, nuestro Señor, por escogerme como uno de sus mensajeros y darme la fortaleza necesaria para serle fiel.


Explica esto a los hermanos y estarás cumpliendo con tu deber como buen servidor de Cristo Jesús. Así estarás demostrando que te nutres de la fe y de las buenas enseñanzas que fielmente has seguido.


Por eso, tú mantente vigilante en todas las circunstancias, no temas sufrir, dedícate a la evangelización, cumple con los deberes de tu ministerio.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí