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Hechos 13:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé, Simeón el Negro, Lucio de Cirene, Manaén (hermano de crianza del tetrarca Herodes) y Saulo.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Entre los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía de Siria se encontraban Bernabé, Simeón (llamado «el Negro»), Lucio (de Cirene), Manaén (compañero de infancia del rey Herodes Antipas) y Saulo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 En Antioquía, en la Iglesia que estaba allí, había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, llamado el Negro, Lucio de Cirene, Manahem, que se había criado con Herodes, y Saulo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Ahora bien, había en la iglesia que está en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón (llamado Negro), Lucio (el cireneo), Manaén (colactáneo° de Herodes el tetrarca), y Saulo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Había en la Iglesia de Antioquía profetas y maestros: Bernabé y Simeón, llamado el Negro, Lucio el de Cirene, Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.

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Hechos 13:1
34 Tagairtí Cros  

En el camino hallaron a un hombre de Cirene llamado Simón, y lo obligaron a llevar la cruz que Jesús cargaba.


Cuando ya llevaba quince años reinando Tiberio César, Poncio Pilato era gobernador de la región de Judea. Herodes gobernaba en Galilea; Felipe, el hermano de Herodes, gobernaba en Iturea y en la región de Traconite; y Lisanias gobernaba en Abilene.


Y luego encomendaron a Bernabé y a Saulo la tarea de llevar las ofrendas a los ancianos.


Bernabé y Saulo, que estaban de visita en Jerusalén, concluyeron su servicio allí y regresaron a Antioquía, llevando con ellos a Juan, al que le decían también Marcos.


Entonces Saulo (que también se llama Pablo), lleno del Espíritu Santo, clavó los ojos en el mago y le dijo:


Luego Judas y Silas, que también eran profetas, predicaron extensos sermones con el propósito de fortalecer y animar a los creyentes.


Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía y junto con otros muchos predicaban y enseñaban la palabra del Señor.


Y cuando Pablo les puso las manos sobre la cabeza, el Espíritu Santo vino sobre ellos y hablaron en lenguas y profetizaron.


Felipe tenía cuatro hijas solteras que poseían el don de la profecía.


Lo hizo así, por ejemplo, José, al que los apóstoles apodaron Bernabé, que significa «hijo de consolación»; él era de la tribu de Leví y natural de la isla de Chipre.


Saulo, respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, acudió al jefe de los sacerdotes en Jerusalén


Timoteo, mi colaborador, y Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes, les envían saludos.


Por eso, si un hombre no se descubre la cabeza mientras ora o predica, deshonra a Cristo.


Si tengo el don de profecía y sé absolutamente de todo, y no tengo amor, no soy nada. Y si tengo una fe tan grande que puedo hacer que los montes cambien de lugar, de nada me servirá sin amor.


Un día se dejará de profetizar y de hablar en lenguas, y el saber ya no será necesario, pues sabemos muy poco y profetizamos imperfectamente; pero siempre existirá el amor.


Dos o tres pueden profetizar, y que los demás examinen con cuidado lo dicho.


El don de la profecía está bajo el control de los profetas.


¿O es que los únicos que en la obra de Dios tienen que trabajar por su cuenta para ganarse el sustento somos Bernabé y yo?


Y a la hipocresía de Pedro se unieron los demás cristianos judíos, incluso Bernabé.


Y a algunos les dio el don de ser apóstoles; a otros, el don de ser profetas; a otros, el de anunciar las buenas nuevas; y a otros, el don de pastorear y educar al pueblo de Dios.


Todos los que son del pueblo santo de Dios les mandan saludos, especialmente los de la casa del emperador.


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