Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hageo 2:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

5 Porque yo prometí desde el día que lo liberé de Egipto que mi Espíritu estaría con ustedes para siempre. De modo que no deben tener miedo ante nada que yo sigo estando con ustedes.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

5 Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Mi Espíritu permanece entre ustedes, así como lo prometí cuando salieron de Egipto. Por lo tanto, no teman”.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 No tengan miedo, porque mi espíritu está entre ustedes.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, mi Espíritu estará en medio de vosotros. No temáis.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 según la palabra pactada con vosotros a vuestra salida de Egipto, y mi espíritu permanece en medio de vosotros. No temáis'.

Féach an chaibidil Cóip




Hageo 2:5
26 Tagairtí Cros  

Pero ustedes no tendrán que pelear. Tomen posiciones, permanezcan en sus sitios, y contemplen la increíble salvación que el Señor realizará en favor de ustedes, pueblo de Judá y de Jerusalén. No tengan miedo ni se desalienten. Vayan mañana al lugar indicado, porque el Señor está con ustedes”».


»Enviaste tu generoso espíritu para que les enseñara, y no dejaste de darles pan del cielo o agua para la sed.


»Tú fuiste paciente con ellos por muchos años. Enviaste profetas que les advirtieran la gravedad de su pecado, pero no quisieron oír. Entonces una vez más permitiste que las otras naciones los vencieran y los conquistaran.


“Ustedes han visto lo que hice con los egipcios, y cómo los traje a ustedes con tanto cuidado, como cuando las águilas llevan sobre sus alas a sus polluelos.


Y serán un reino de sacerdotes y gente santa”».


Moisés anunció al pueblo todas las leyes y reglamentos que el Señor le había dado, y el pueblo respondió al unísono: «Obedeceremos todo lo que el Señor ha dicho».


Moisés tomó la sangre que estaba en las vasijas, roció con ella al pueblo, y dijo: ―Esta sangre confirma y sella el pacto que el Señor ha hecho con ustedes, al darles estas leyes.


El Señor le respondió: ―Bien, este es el pacto que voy a hacer contigo. Haré milagros como nunca han sido hechos en toda la tierra, y todo el pueblo de Israel verá mi poder, el terrible poder que mostraré por medio de ti.


Moisés se postró delante del Señor, lo adoró


No temas, pues yo estoy contigo, no te desanimes. Yo soy tu Dios, yo te fortaleceré, yo te ayudaré, yo te sostendré con mi triunfante mano diestra.


Yo te sostengo tomándote de la mano derecha —yo, el Señor Dios tuyo— y te digo: ¡No tengas temor; estoy aquí para ayudarte!


De modo que el ángel me dijo: «Este es el mensaje de Dios para Zorobabel: No vencerás con ejército, ni usando tu fuerza, sino sólo con mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso.


Ustedes, habitantes de Judá e Israel, han sido perseguidos y maltratados por los pueblos vecinos; pero yo voy a defenderlos de aquí en adelante, y serán llenados de cosas buenas por mí. ¡Sigan adelante con entusiasmo en la reconstrucción del templo!


pero ahora no cambiaré mi determinación de hacerles mucho bien y darles todo lo que necesitan. No tengan temor por nada.


El ángel me dijo: “No tengas miedo, Pablo. Porque tienes que presentarte ante el emperador. Y por ti, Dios les conservará la vida a todos los que están contigo en el barco”.


Sí, esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas».


El Señor le dijo a Josué: «No temas ni desmayes, toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. La he entregado en tus manos para que la conquistes. He entregado en tus manos al rey de Hai y a todo su pueblo, su ciudad y su tierra.


Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero puso la mano derecha sobre mí y me dijo: «¡No temas! Soy el primero y el último,


―No teman —los animó Samuel—. Ciertamente han hecho mal, pero al menos no desistan de seguir al Señor y sírvanle con todo el corazón.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí