Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Génesis 48:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

15 Entonces bendijo a José, diciéndole: ―Quiera Dios, el Dios de mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me pastoreó toda la vida, bendecir a estos muchachos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

15 Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Luego bendijo a José con las siguientes palabras: «Que el Dios delante del cual caminaron mi abuelo Abraham y mi padre Isaac —el Dios que ha sido mi pastor toda mi vida, hasta el día de hoy,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Luego bendijo a José diciendo: 'Que el Dios ante el cual caminaron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde el día en que nací hasta hoy,

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y bendijo a José, diciendo: ’Elohim en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, ’Elohim que me ha pastoreado desde que existo hasta este día,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Después bendijo a José diciendo: 'El Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta hoy,

Féach an chaibidil Cóip




Génesis 48:15
39 Tagairtí Cros  

Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: ―Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive siempre de acuerdo con mi voluntad y haz lo correcto,


Acto seguido vació el cántaro en el bebedero y fue corriendo varias veces al pozo a sacar agua, hasta que hubo la suficiente para todos los camellos.


“Vendrá, porque mi Señor, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo y hará que tu misión tenga éxito. Por tanto, busca una muchacha entre la familia de mi padre.


Jacob se acercó y besó a su padre. Al oler la ropa que Jacob llevaba puesta, Isaac lo bendijo con estas palabras: «El olor de mi hijo es como el buen aroma de un campo bendecido por el Señor.


Luego prepárame un guiso sabroso, como a mí me gusta, y me lo traes para comérmelo. Después de eso te daré mi bendición antes de morir.


Jacob, entonces, hizo este voto: «Si Dios me ayuda y me protege en este viaje, me da ropa y comida, y me permite regresar sano y salvo a la casa de mi padre, el Señor será mi Dios. Y esta piedra que he levantado para señal, será lugar de adoración. Además, de todo lo que me dé, le entregaré el diezmo».


Que el Dios Todopoderoso te bendiga y te dé muchos hijos; que llegues a ser una nación compuesta de muchas tribus.


Además les dijo: «Nos vamos a Betel. Allí voy a construir un altar al Dios que respondió a mis oraciones en el día en que estaba angustiado, y me acompañó en todo el viaje».


Él es el Ángel que me ha librado de todo mal. Que estos muchachos hagan perpetua la memoria de mi nombre y la de mis padres Abraham e Isaac, y que lleguen a ser una nación grande.


»José es un árbol fructífero, es como un árbol junto a una fuente, y sus ramas pasan sobre el muro.


Pero su arma se mantuvo firme, sus brazos fueron fortalecidos por el Dios poderoso de Jacob, por el que es el Pastor y la Roca de Israel.


Estas fueron las bendiciones que Israel pronunció sobre sus doce hijos.


Esta es la historia de Noé y de sus descendientes. Noé era un hombre justo y bueno, y todo el tiempo vivía conforme a la voluntad de Dios.


Salomón le respondió: ―Fuiste muy misericordioso con mi padre David, porque él era honesto, veraz y fiel a ti, y obedecía tus mandamientos. Y has continuado mostrándole tu misericordia, al haberle dado un hijo que se sentara en su trono.


El primer hijo de Israel fue Rubén, pero desde que deshonró a su padre por haber dormido con una de sus esposas, perdió su derecho de primogenitura, el cual se le otorgó a su medio hermano José. De consiguiente, la genealogía oficial no menciona a Rubén como primogénito.


Yo sé que el Señor continuamente está conmigo, jamás tendré por qué tropezar y caer, pues él está a mi lado.


El Señor es mi pastor, nada me falta.


Pero confía en el Señor. Sé generoso y bueno; entonces vivirás y prosperarás aquí en la tierra.


»Convoca a todos los ancianos de Israel y diles que el Señor se te apareció en esta zarza ardiente y que te dijo: “He visitado a mi pueblo y he visto lo que les ocurre en Egipto.


―Haz eso y te creerán —le dijo el Señor—, pues comprenderán que me has visto a mí, que soy el Señor Dios de sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.


El que trabaja arduamente duerme tranquilo, coma poco o mucho; pero el rico padece de preocupaciones e insomnio.


Es esto lo que he visto de bueno: corresponde al ser humano comer bien, beber su buen vaso de vino, aceptar su puesto en la vida y disfrutar de su trabajo sea cual sea su empleo, por el tiempo de vida que el Señor le conceda.


Sabios y necios pasan la vida por igual, afanándose por el alimento, y jamás parecen tener suficiente. Ambos padecen el mismo problema; pero el pobre que sea sabio vive mucho mejor.


Y si abandonan las sendas de Dios y se extravían, escucharán tras ustedes una voz que dirá: ―No, este es el camino, caminen por aquí.


Las personas que sean así morarán en lo alto. Las rocas de los montes serán sus seguras fortalezas, obtendrán alimento y tendrán toda el agua que necesiten.


Desenterrará sus huesos y los esparcirá por la tierra ante el sol, la luna y las estrellas, ¡dioses de mi pueblo, a quienes ellos han amado y adorado! Sus huesos no volverán a recogerse ni a enterrarse sino que serán esparcidos como estiércol en la tierra.


Zacarías y Elisabet eran piadosos e intachables delante de Dios,


En conclusión: uno debe de glorificar a Dios en todo lo que hace; hasta en lo que come y bebe.


Con gran satisfacción y sinceridad podemos afirmar que siempre hemos dependido de la gracia del Señor y no de nuestra sabiduría y que siempre hemos sido puros y sinceros en el mundo, especialmente en cuanto a la forma en que nos hemos comportado con ustedes.


Esta es la bendición que Moisés, varón de Dios, dio al pueblo de Israel antes de morir:


Ahora bien, de la misma manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, deben comportarse como le agrada a él;


Los hemos animado y consolado y hemos insistido en que vivan como lo hacen los que son de Dios, que es el que los llama a compartir su reino y su gloria.


Por la fe, Jacob, cuando ya estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y, apoyándose en la punta de su bastón, adoró.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí