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Génesis 43:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

30 Entonces José tuvo que salir apresuradamente, porque el amor hacia su hermano lo llenó de emoción, y sintió necesidad de llorar. Se fue a su aposento y allí lloró.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

30 Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Entonces José se apresuró a salir de la habitación porque la emoción de ver a su hermano lo había vencido. Entró en su cuarto privado, donde perdió el control y se echó a llorar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 José tuvo que salir rápidamente, porque se sintió muy conmovido por la presencia de su hermano y le vinieron ganas de llorar. Apenas entró en su habitación se puso a llorar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Y José se apresuró a salir,° porque sus entrañas estaban conmovidas por causa de su hermano, y buscó dónde llorar, y entró en la recámara, y allí lloró.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 José salió a toda prisa buscando un lugar aparte donde llorar, pues se le habían conmovido las entrañas a la vista de su hermano. Entró en su aposento, y lloró allí.

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Génesis 43:30
16 Tagairtí Cros  

José entonces salió de la sala y buscó un lugar para llorar. Cuando volvió, escogió a Simeón y lo hizo atar delante de ellos.


lloró en alta voz. Su llanto se oyó en todo el palacio, y la noticia llegó pronto al palacio del faraón.


José pidió que le prepararan su carro, y fue hasta allá, para ver a su padre. Cuando se encontraron se abrazaron y lloraron largo rato.


Entonces la mujer que realmente era la madre del hijo, y que lo amaba mucho, gritó: ―No, señor. Mejor dele el niño a esa mujer, pero no lo mate. Pero la otra mujer dijo: ―Bien, de esta manera no será tuyo ni mío; que lo dividan entre nosotras.


El Señor responde: ¡Efraín es aún hijo mío, el pequeño a quien amo! ¡Tuve que castigarlo por necesidad, pero lo amo todavía! Por él suspiro y de él tendré misericordia.


»¿Cómo podré abandonarte, mi Efraín? ¿Cómo podré dejarte ir? ¿Cómo podré desampararte como lo hice con Admá y Zeboyín? ¡Me duele el corazón por ti y no puedo contener todo el amor que te tengo! ¡Me duele tanto tener que castigarte!


Y saben cómo he estado trabajando para el Señor con humildad y lágrimas, ante los atentados que los judíos han preparado contra mi vida.


¡Estén alertas! Recuerden los tres años que pasé con ustedes, y que de día y de noche con lágrimas los exhorté a todos ustedes.


Luego se fueron despidiendo de él, abrazándolo y besándolo. No podían contener el llanto


Dios sabe lo mucho que los quiero a todos con el tierno amor que nos da Cristo Jesús.


Así que, si se sienten animados al estar unidos a Cristo, si sienten algún consuelo en su amor, si todos tienen el mismo Espíritu, si tienen algún afecto verdadero,


Por cuanto Dios los escogió y son santos y amados, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sean humildes, amables y buenos.


Cuando recuerdo tus lágrimas, anhelo tener la alegría de volver a verte.


Pero si alguien está bien económicamente y no ayuda a su hermano que está en necesidad, ¿cómo puede haber amor de Dios en él?


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