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Génesis 43:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

29 José miró a Benjamín, su hermano menor, y preguntó: ―¿Es este su hermano menor del cual me hablaron? ¿Cómo estás, hijo mío? ¡Dios te bendiga!

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Biblia Reina Valera 1960

29 Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es este vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Entonces José miró a su hermano Benjamín, hijo de su misma madre. —¿Es este su hermano menor del que me hablaron? —preguntó José—. Que Dios te bendiga, hijo mío.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Entonces José, levantando la vista vio a su hermano Benjamín, hijo de su misma madre, y dijo: '¿Es éste el hermano menor del cual me hablaron?' Y le dijo: '¡Dios te bendiga, hijo mío!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Y él alzó sus ojos y vio a su hermano Benjamín, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me dijisteis? Y añadió: ’Elohim te haga misericordia, hijo mío.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Levantó José los ojos y vio a Benjamín, su hermano, hijo de su misma madre, y preguntó: '¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis?'. Añadió luego: 'Dios te sea propicio, hijo mío'.

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Génesis 43:29
22 Tagairtí Cros  

Los hijos de Raquel: José y Benjamín.


Somos hijos del mismo padre, somos personas honradas, señor. ¡No somos espías!


―Señor —dijeron—, somos doce hermanos y nuestro padre se quedó en Canaán. Nuestro hermano menor se quedó con nuestro padre, y el otro murió.


Entonces usted nos dijo: “Tráiganlo para que yo lo vea”.


Sí, Dios, y no ustedes, fue el que me envió a Egipto. Dios me puso por consejero del faraón y por administrador de toda la nación, gobernador de toda la tierra de Egipto.


Hijos míos, no olviden sus deberes, porque el Señor los ha escogido a ustedes para que estén delante de él, y para que sean sus ministros y le quemen incienso».


¿Quién podrá olvidar las maravillas que él hace? ¡El Señor es bondadoso y misericordioso!


Cuando los cubran las tinieblas, de repente brillará la luz. Ellos son generosos, misericordiosos y justos.


¡Oh Dios, bendícenos por tu misericordia! ¡Que resplandezca tu rostro cuando nos miras desde lo alto!


¡Oh, pueblo mío de Jerusalén, no llores más, pues al oír el clamor de tu llanto él derramará su gracia sobre ustedes, él les responderá!


¡Pero a nosotros, oh Señor, muéstranos misericordia, porque en ti hemos confiado! Sé nuestra fuerza cada día y nuestro auxilio cuando sobrevenga la tribulación.


«“¡Que Dios tenga misericordia de nosotros!”, suplican. “¡Que Dios se apiade de nosotros!”. Pero, ¿por qué habría de apiadarme de ustedes cuando traen ese tipo de presentes?, pregunta el Señor Todopoderoso.


Varios hombres le trajeron a un paralítico tendido en un camastro. Cuando Jesús vio la fe que tenían, dijo al enfermo: ―¡Ten ánimo, hijo! ¡Te perdono tus pecados!


Jesús se volvió y le dijo: ―Hija, tu fe te ha sanado. Vete tranquila. Y la mujer sanó en aquel mismo momento.


Esto les sorprendió a los discípulos. Pero Jesús repitió: —Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de los cielos!


a Timoteo, mi verdadero hijo en la fe: Que Dios nuestro Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan su amor, misericordia y paz.


No dejen de amarse unos a otros con amor de hermanos.


Josué entonces le dijo a Acán: ―Hijo mío, da gloria al Dios de Israel y haz tu confesión. Dime lo que has hecho.


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