Génesis 4:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁴ También Abel le dio una ofrenda al Señor. Le ofreció las primeras y mejores crías de sus ovejas. Al Señor le agradó Abel y su ofrenda,

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Abel también presentó una ofrenda: las mejores partes de algunos de los corderos que eran primeras crías de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ También Abel le hizo una ofrenda, sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ También Abel llevó de los primerizos° de su rebaño y de la grosura° de ellos. Y YHVH consideró a Abel y a su ofrenda,°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ También Abel ofreció primogénitos de sus ovejas, con su grasa. Yahveh se complació en Abel y en su ofrenda

Génesis 4:4 Tagairtí Cros

Génesis 15:17

Cuando el sol se ocultó, y anocheció por completo, Abram vio que por entre los animales muertos se paseaba un horno que echaba humo y una antorcha encendida.

Génesis 4:3

Después de algún tiempo, Caín le dio al Señor una ofrenda de lo que había cosechado.

1 Reyes 18:24

Entonces ustedes oren a su dios, y yo oraré al Señor. El que responda enviando fuego para encender la leña, ese es el verdadero Dios. Todo el pueblo estuvo de acuerdo en someterse a esta prueba.

1 Reyes 18:38

Entonces, repentinamente, descendió fuego del cielo y quemó el becerro, la leña, las piedras, el polvo, e hizo que se evaporara el agua que había en la zanja.

1 Crónicas 21:26

Luego, David construyó allí un altar al Señor y ofreció holocaustos y ofrendas de paz sobre él. Y oró al Señor, quien respondió enviando fuego desde los cielos para quemar las ofrendas que estaban sobre el altar.

2 Crónicas 7:1

Cuando Salomón terminó de orar, cayeron del cielo ráfagas de fuego y consumieron el holocausto y los sacrificios.

Salmos 20:3

Que recuerde con agrado lo que le has brindado: tus sacrificios y ofrendas quemadas:

Éxodo 13:12

recuerden que todos los primogénitos varones y todo primer macho de animales pertenecen al Señor, así que deben entregárselos.

Proverbios 3:9

Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas.

Eclesiastés 4:4

Vi entonces que el móvil principal del éxito es el impulso de la envidia y los celos. Pero también esto es necedad, es perseguir el viento.

Levítico 9:24

Entonces descendió fuego de la presencia del Señor, que consumió la ofrenda y la grasa que había sobre el altar. Cuando el pueblo vio esto, dio gritos de júbilo y adoró al Señor.

Números 16:15

Entonces Moisés se airó y le dijo al Señor: ―No aceptes sus sacrificios. Ni aun un burro he tomado de ellos, ni les he causado daño alguno.

Números 16:35

Enseguida descendió fuego del Señor y quemó a los doscientos cincuenta hombres que estaban ofreciéndole incienso.

Números 18:12

»También son tuyos los primeros frutos de la cosecha que el pueblo trae para ofrecer al Señor: lo mejor del aceite de oliva, del grano

Números 18:17

»Sin embargo, los primogénitos de vacas, ovejas o cabras no podrán ser redimidos porque serán sacrificados al Señor. Su sangre será rociada sobre el altar y se hará arder su grasa sobre el altar como ofrenda encendida de olor muy agradable delante del Señor.

Hebreos 11:4

Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el de Caín, y por eso Dios lo declaró justo y aceptó su ofrenda. Y aunque Abel ya está muerto, su fe nos habla todavía.

Hebreos 9:22

La ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues si no hay derramamiento de sangre no hay perdón.

Apocalipsis 13:8

Y la adoraron todos los seres humanos cuyos nombres no estaban inscritos, desde la creación del mundo, en el libro del Cordero que fue sacrificado.

Jueces 6:21

el ángel tocó la carne y el pan con su vara, y surgió fuego de la roca y los consumió. De pronto, el ángel desapareció.

1 Samuel 15:22

Samuel respondió: ―¿Se complace el Señor tanto en los holocaustos y sacrificios como en que se obedezcan sus palabras? La obediencia es mucho mejor que los sacrificios. Él prefiere que le obedezcas a que le ofrezcas la gordura de los carneros.