Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Génesis 31:41 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

41 Sí, veinte años: catorce para pagar tus dos hijas, y seis para formar mis rebaños. ¡Y muchas veces me cambiaste el salario!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

41 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Sí, ¡durante veinte años trabajé como un esclavo en tu casa! Trabajé catorce años para ganarme a tus dos hijas y, después, seis años más por tu rebaño. ¡Y cambiaste mi salario diez veces!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

41 Ya llevo veinte años en tu casa. Catorce te serví por tus dos hijas y seis por tus rebaños, y tú has cambiado mi salario diez veces.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

41 Así estuve veinte años en tu casa: catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 He vivido veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis por tus rebaños, y diez veces cambiaste mi salario.

Féach an chaibidil Cóip




Génesis 31:41
12 Tagairtí Cros  

Quédate allá hasta que el tiempo haya aplacado la furia de tu hermano y se haya olvidado de lo que hiciste. Entonces yo te mandaré a buscar. ¿Por qué he de perder a los dos el mismo día?


este le dijo: ―No hay razón para que trabajes para mí sin recibir pago por el hecho de ser parientes. ¿Cuánto quieres que te pague?


Dime qué salario quieres recibir, y yo te lo pagaré.


Veinte años te serví y todo ese tiempo cuidé tus ovejas y tus cabras para que tuvieran crías sanas, y jamás saqué un cordero de los tuyos para comérmelo.


En el día me quemaba el sol y en la noche tiritaba de frío. ¡A veces ni siquiera podía dormir!


Ustedes saben cuánto he trabajado para Labán,


pero él ha buscado la manera de engañarme, y ha violado una y otra vez el contrato de salario que tiene conmigo. Pero Dios no ha permitido que me haga daño.


Les pidió que le dijeran a Esaú: «Te saluda tu siervo Jacob. Hasta hace poco estuve viviendo con nuestro tío Labán.


Pero lo que soy, lo soy por la gracia de Dios. Y su gracia no ha sido en vano, porque he trabajado más que todos ellos, si bien es cierto que no he sido yo, sino la gracia de Dios que ha obrado por medio de mí.


He recorrido muchos caminos. Muchas veces he estado en peligro de sucumbir en ríos, a mano de ladrones o de judíos iracundos, y también de los gentiles. He pasado por peligros en la ciudad, en el campo, en el mar y entre falsos hermanos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí