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Génesis 30:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Jacob se enojó y le respondió: ―¿Acaso soy yo Dios? Él es el que no te ha permitido tener hijos.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Entonces Jacob se puso furioso con Raquel. —¿Acaso yo soy Dios? —le dijo—. ¡Él es el que no te ha permitido tener hijos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Entonces Jacob se enojó con Raquel y le dijo: 'Si Dios te ha negado los hijos, ¿qué puedo hacer yo?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Acaso estoy yo en lugar de ’Elohim que te impide el fruto del vientre?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Jacob se enfadó con Raquel y le dijo: '¿Estoy yo acaso en lugar de Dios, que te ha negado el fruto del seno?'.

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Génesis 30:2
17 Tagairtí Cros  

Saray la tomó y se la llevó a Abram para que durmiera con ella. Saray le dijo a Abram: ―Como el Señor no me ha permitido tener hijos, te ruego que te acuestes con mi esclava, para que yo pueda tener hijos por medio de ella. Abram estuvo de acuerdo con lo que le propuso Saray. Esto ocurrió cuando ya llevaban diez años viviendo en Canaán.


porque el Señor había dejado estériles a las mujeres que estaban en la casa de Abimélec, debido a lo ocurrido con Sara, la esposa de Abraham.


Como Rebeca no podía tener hijos, Isaac oró al Señor a favor de ella. El Señor escuchó su oración, de modo que Rebeca quedó embarazada.


Jacob no amaba a Lea, y cuando vio esto el Señor permitió que Lea tuviera hijos; pero a Raquel no se lo permitió.


Entonces Jacob se enojó, y en tono fuerte le dijo a Labán: ―¿Qué mal te he hecho, para que me hayas perseguido como si yo fuera un criminal?


Pero José les respondió: ―No me tengan miedo. ¿Creen que puedo tomar yo el lugar de Dios para juzgarlos y castigarlos?


Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó su ropa, y dijo: «¡Este hombre me manda a un leproso para que lo sane! ¿Acaso soy Dios, para matar y dar la vida? ¡Ese rey solo está buscando un pretexto para invadirnos nuevamente!».


El da hijos a la mujer estéril, un hogar para que sea una madre feliz. ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!


Los hijos son un regalo de Dios, recompensa suya son.


Cuando llegaron cerca del campamento, Moisés vio el becerro y las danzas, y con terrible ira arrojó las tablas al suelo, al pie del monte, y se rompieron.


Pues yo añado que el que se enoja contra su hermano está cometiendo el mismo delito. El que le dice “idiota” a su hermano, merece que lo lleven al juzgado. Y el que maldiga a una persona, merece ir a parar a las llamas del infierno.


Jesús, mirándolos con una mezcla de enojo y tristeza por la indiferencia que mostraban, le dijo al hombre: ―Extiende la mano. Y al extenderla, se le sanó.


dijo en voz muy fuerte: ―Dios te ha bendecido más a ti que a todas las mujeres, y también ha bendecido al hijo que darás a luz.


Si se enojan, no cometan el pecado de dejar que el enojo les dure todo el día.


A Ana le daba una porción especial, pues la amaba mucho, a pesar de que el Señor no le había concedido tener hijos.


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