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Génesis 30:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 Cuando Raquel se dio cuenta de que no podía tener hijos, sintió envidia de su hermana, y le dijo a Jacob: ―¡Dame un hijo, o me muero!

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Biblia Reina Valera 1960

1 Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Cuando Raquel vio que no podía darle hijos a Jacob, tuvo celos de su hermana. Le rogaba a Jacob: —¡Dame hijos o moriré!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Raquel, viendo que no daba hijos a Jacob, se puso envidiosa de su hermana y dijo a Jacob: 'Dame hijos, porque si no, me muero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo celos Raquel de su hermana y decía a Jacob: ¡Dame hijos o me muero!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo celos de su hermana, y decía a Jacob: 'Dame hijos o me muero'.

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Génesis 30:1
26 Tagairtí Cros  

Jacob no amaba a Lea, y cuando vio esto el Señor permitió que Lea tuviera hijos; pero a Raquel no se lo permitió.


Los hermanos se sintieron molestos y se llenaron de envidia, pero Jacob se quedó pensando qué significaría todo aquello.


Luego se internó en el desierto. Después de caminar todo un día, se sentó bajo un arbusto, y sintió deseos de morir. «¡Basta! —le dijo al Señor—. ¡Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados!».


¿Quién puede presentar cargos contra mí? Si ustedes pudieran convencerme de mi error, abandonaría mi defensa y me moriría.


»¿Por qué no morí al nacer?


Los necios mueren frustrados, abrumados por su propia ira.


En el campamento tuvieron envidia de Moisés y de Aarón, el sacerdote consagrado al Señor.


El corazón tranquilo le da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos.


el sepulcro, el vientre estéril, el desierto árido y el fuego que todo lo consume.


Vi entonces que el móvil principal del éxito es el impulso de la envidia y los celos. Pero también esto es necedad, es perseguir el viento.


Si me vas a tratar así, mándame la muerte; me harías un favor. ¡Déjame salir de esta situación insoportable!».


Pero Moisés le respondió: ―¿Tienes celos por mí? ¡Ojalá todo el pueblo de Dios fuera profeta, y el Señor pusiera su Espíritu sobre todos ellos!


Cuando Jesús se enteró, salió de Judea y regresó a Galilea.


porque son apenas niños en la fe. ¿Acaso no lo demuestra el hecho de que se dejen dominar por los celos y anden en disensiones? ¿No están actuando como meros humanos?


Dios a veces permite que nos vengan tristezas para impulsarnos a apartarnos del pecado y tener la salvación. Jamás debemos quejarnos de estas tristezas. Pero las tristezas del mundo sólo producen muerte.


envidia; borracheras, orgías y otras cosas como esas. Como ya les dije antes, se los repito ahora: los que llevan esa clase de vida no heredarán el reino de Dios.


En otro tiempo, también nosotros éramos insensatos y desobedientes; con facilidad nos descarriábamos y vivíamos esclavos de los placeres y de los deseos pecaminosos. Estábamos llenos de rencor y envidia. Odiábamos a los demás y ellos nos odiaban a nosotros.


Pero si ustedes tienen envidias y rivalidades que les amargan el corazón, no tienen de qué presumir; no falten a la verdad.


¿No creen lo que la Escritura dice, que Dios ama grandemente al espíritu que puso para que habite en nosotros?


Ella estaba profundamente angustiada y clamaba con amargura mientras oraba al Señor.


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