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Génesis 1:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

21 Fue así como Dios creó los grandes animales que hay en el mar, y todos los demás seres vivos que hay en el agua. También Dios creó todas las clases de aves que existen. Y Dios vio que todo esto era hermoso.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Así que Dios creó grandes criaturas marinas y todos los seres vivientes que se mueven y se agitan en el agua y aves de todo tipo, cada uno produciendo crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era bueno.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Dios creó entonces los grandes monstruos marinos y todos los seres que viven en el agua según su especie, y todas las aves, según su especie. Y vio Dios que todo ello era bueno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y creó ’Elohim los grandes monstruos marinos° y todo ser vivo que repta, que poblaron las aguas, según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Y creó Dios los grandes cetáceos y todos los seres vivos que serpentean y bullen en las aguas, según su especie, y todas las aves aladas según su especie. Y vio Dios que estaba bien.

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Génesis 1:21
23 Tagairtí Cros  

Después Dios dijo: «Que las aguas se llenen de peces y de otros animales acuáticos, y que también haya aves que vuelen sobre la tierra, en el inmenso firmamento».


Luego Dios los bendijo y les dijo: «Tengan muchas, pero muchas crías, para que llenen los mares». Además, dijo: «¡Que las aves se reproduzcan en grandes cantidades!».


Así que Dios hizo todos los animales domésticos, los salvajes y los reptiles, todos según su propia especie. Y vio Dios que todo esto era hermoso.


Entonces Dios contempló todo lo que había hecho, y vio que era muy, pero muy hermoso. Pasó la tarde y pasó la mañana, y se completó, así, el sexto día.


Dios el Señor formó, del polvo de la tierra, todos los animales del campo y todas las aves del cielo. Luego se los llevó al hombre para que este les pusiera nombre. Así que el hombre les puso a todos los animales el nombre con que se conocen en la actualidad. Pero entre todos esos animales no se encontró ninguno que le sirviera al hombre de pareja adecuada.


Con ellos había en el barco parejas de toda clase de animales, domésticos y silvestres, reptiles y aves.


También salieron todos los animales, según su propia especie: los animales salvajes y los domésticos, las aves y los reptiles.


Todos los animales de la tierra temblarán de miedo delante de ustedes. Todas las bestias de la tierra, todas las aves, todos los reptiles y todos los peces se tendrán que someter a ustedes.


»Ustedes recuerden: “Tengan muchos hijos y vuelvan a poblar la tierra; ¡sí, multiplíquense y llenen la tierra!”».


»Pregunta a la bestia más estúpida: ella sabe que así es; pregunta a las aves: ellas te lo dirán; o que te enseñe la tierra, o los peces del mar.


«Desnudos y temblorosos se presentan los muertos ante Dios en el sitio adonde van.


¡Oh Dios! ¿Soy acaso un monstruo, que no me das tregua?


Alábenlo desde la tierra, ustedes criaturas de las profundidades del océano;


Pero sus descendientes fueron muy fructíferos y se multiplicaron rápidamente, de modo que llegaron a ser un pueblo muy numeroso y fuerte. ¡Todo el país se fue llenando de israelitas!


El río Nilo se llenará de ranas que entrarán aun a sus cuartos y estarán sobre sus camas. Cada casa de Egipto se llenará de ranas, de modo que hasta se meterán en los hornos y en donde amasan la harina para el pan. ¡Tantas serán las ranas que hasta se treparán sobre sus hombros, y sobre sus funcionarios y sobre toda la gente!».


«Hombre mortal, haz duelo por el faraón, rey de Egipto, y dile: “¡Te consideras como un joven y poderoso león entre las naciones, como un cocodrilo a orillas del Nilo, haciendo burbujas y enturbiando la corriente con tus violentos coletazos!”».


El Señor había planeado que un gran pez se tragara a Jonás. Y Jonás estuvo dentro del pez durante tres días y tres noches.


Entonces el Señor ordenó al pez que vomitara a Jonás en la playa, y así lo hizo el pez.


Porque de la misma manera que Jonás estuvo en las entrañas de un gran pez tres días y tres noches, yo, el Hijo del hombre, pasaré tres días y tres noches en las entrañas de la tierra.


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