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Génesis 1:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

16 Entonces Dios hizo dos grandes luces: la más grande para que alumbre durante el día, y la más pequeña, para que brille en la noche. También Dios hizo las estrellas.

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Biblia Reina Valera 1960

16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Dios hizo dos grandes luces: la más grande para que gobernara el día, y la más pequeña para que gobernara la noche. También hizo las estrellas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Hizo, pues, Dios dos grandes lámparas: la más grande para presidir el día y la más chica para presidir la noche, e hizo también las estrellas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 E hizo ’Elohim las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para regir el día, y la lumbrera menor para regir la noche.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para regir el día y la lumbrera menor para regir la noche; y también las estrellas.

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Génesis 1:16
22 Tagairtí Cros  

o si he contemplado el sol que brilla en el cielo o la luna que viaja por su sendero de plata,


Alábenlo, sol y luna, y todas ustedes, estrellas luminosas.


Alábelo, todo cuanto él ha creado. Porque él dio la orden, y ellos fueron creados.


Cruza los cielos de un extremo al otro y nada escapa a su calor.


Por igual te pertenecen el día y la noche; tú hiciste la luz de las estrellas y el sol.


Cuando alzo la vista al cielo nocturno y contemplo la obra de tus manos, la luna y las estrellas que tú hiciste,


El cielo se oscurecerá sobre ellos. No darán su luz las estrellas, ni el sol ni la luna.


Entonces el Señor Todopoderoso subirá a su trono en Sion y gobernará gloriosamente en Jerusalén, a la vista de todos los dignatarios de su pueblo. Tan grande será el resplandor de esa gloria que hará desvanecer la brillantez del sol y de la luna.


¡Alcen los ojos a los cielos! Quien creó los planetas y las estrellas, las llama a cada una con nombre cariñoso y las cuenta para cerciorarse de que ninguna se ha perdido o extraviado.


Yo formo la luz y hago las tinieblas. Yo envío los buenos tiempos y los malos. Yo, el Señor, soy el que hace esto.


El Señor que nos da la luz del sol en el día y la luna y las estrellas para que iluminen la noche, y que agita el mar para formar rugientes olas —Señor de los ejércitos es su nombre— dice así:


Hasta el sol y la luna se detuvieron en lo alto y palidecieron ante la brillantez de tus flechas y el resplandor de tu lanza.


»Una vez que la persecución de aquellos días haya cesado, “el sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, y las estrellas del cielo y los poderes que están sobre la tierra se conmoverán”.


Aquel día, desde el mediodía hasta las tres de la tarde, la tierra se sumió en oscuridad.


Por ejemplo, el sol tiene un tipo de gloria, mientras que la luna y las estrellas tienen otro. Y las estrellas se diferencian entre sí por su brillantez.


No levanten la vista a los cielos para adorar al sol, la luna o las estrellas. El Señor le ha tolerado esto a otras naciones, pero no a ustedes.


La ciudad no necesita que el sol ni la luna la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera.


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