Éxodo 22:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁸ »No ofenderán ni maldecirán a las autoridades, ni a los jueces ni a los gobernantes.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

²⁸ No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁸ »No deshonres a Dios ni insultes a ninguno de tus gobernantes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁸ No tardarás en ofrecerme mi parte de tus frutos y de tu cosecha. Me darás el primogénito de tus hijos.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁸ No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁸ No retrasás la ofrenda de la abundancia de tu era y de tu lagar. Me entregarás el primogénito de tus hijos.

Éxodo 22:28 Tagairtí Cros

2 Samuel 16:5

Cuando David y su compañía pasaron por Bajurín, un hombre salió del pueblo, maldiciéndolo. Era Simí hijo de Guerá, miembro de la familia de Saúl.

2 Samuel 16:9

―¿Por qué ese perro muerto maldice a mi señor, el rey? —preguntó Abisay hijo de Sarvia—. ¡Deme permiso para ir y cortarle la cabeza!

2 Samuel 19:21

Abisay hijo de Sarvia exclamó: ―¡Simí merece la muerte por haber maldecido al ungido del Señor!

1 Reyes 21:10

y busquen a dos personas que lo acusen de haber blasfemado contra Dios y de haber maldecido al rey. Luego sáquenlo y mátenlo a pedradas».

Salmos 138:1

Señor, te doy gracias de todo corazón. Cantaré tus alabanzas delante de los dioses.

Salmos 32:6

Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero a ellos no los alcanzarán.

Éxodo 13:12

recuerden que todos los primogénitos varones y todo primer macho de animales pertenecen al Señor, así que deben entregárselos.

Éxodo 13:2

«El primer hijo de cada familia israelita será consagrado a mí, pues me pertenece. De igual manera las primeras crías de los animales serán para mí».

Éxodo 21:17

»El que insulte o maldiga a su madre o a su padre, ciertamente debe morir.

Éxodo 23:16

»También celebrarán la fiesta de las Primicias, en la que me ofrecerán las primicias de la cosecha. Y finalmente, la fiesta de la Cosecha, cuando termine el trabajo de recolección de la cosecha.

Éxodo 23:19

»Llevarán a la casa del Señor los primeros y mejores frutos de sus campos. »No cocerán el cabrito en la leche de su madre.

Eclesiastés 10:20

Jamás, ni de pensamiento, maldigas al rey; tampoco al rico, pues no faltará pajarito que se lo cuente.

Levítico 24:11

Durante la pelea, el hijo del egipcio maldijo el nombre de Dios. Entonces fue llevado ante Moisés para ser juzgado. El nombre de la madre era Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan.

Levítico 24:15

Y dile al pueblo de Israel que cualquiera que maldiga a Dios sufrirá el mismo castigo. Sí, todo el que pronuncie el nombre del Señor al maldecir a su prójimo debe ser condenado a muerte. Esta ley se aplicará tanto a israelitas como a extranjeros. El que pronuncie el nombre del Señor al maldecir, será muerto a pedradas.

Hechos 23:3

Pablo respondió: ―¡Hipócrita, a usted también lo va a golpear Dios! Está sentado allí para juzgarme de acuerdo con la ley, y usted mismo la quebranta al mandar que me golpeen.

Hechos 23:5

Pablo les respondió: ―Hermanos, no sabía que él era el jefe de los sacerdotes. Porque las Escrituras dicen: “No hables mal del que gobierna a tu pueblo”.

1 Pedro 2:17

Traten a todos con respeto. Amen a los hermanos, honren a Dios y respeten al rey.

2 Pedro 2:10

Esto es lo que les espera a los que siguen siempre sus pensamientos corrompidos, que desprecian la autoridad del Señor y son tan orgullosos y testarudos que no tienen miedo de insultar a los poderes del mundo invisible.

Judas 1:8

No obstante, estas personas de quienes les hablo, por seguir sus ideas locas degradan su cuerpo, y no sólo se burlan de los que tienen autoridad sino también de los seres celestiales.

1 Samuel 24:6

―Jamás haré lo que me sugieren, —dijo a sus hombres—. Es un grave pecado agredir al rey escogido de Dios.

1 Samuel 26:9

―No —dijo David—, porque nadie puede quedar impune si ataca al ungido del Señor.