8 Cuando se publicó el decreto del rey, muchas jóvenes fueron llevadas a Susa, a la casa de las mujeres del rey, que estaba bajo el cuidado de Jegay. Entre esas jóvenes estaba también Ester.
8 Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del rey, y habían reunido a muchas doncellas en Susa residencia real, a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai guarda de las mujeres.
8 Como resultado del decreto del rey, Ester, junto con muchas otras jóvenes, fue llevada al harén del rey en la fortaleza de Susa y entregada al cuidado de Hegai.
8 Apenas se supo el edicto del rey y su decisión de reunir a numerosas jovencitas en la fortaleza de Susa bajo la vigilancia de Hegué, Ester fue llevada al palacio del rey y puesta bajo el cuidado del guardián de las mujeres.
8 Y cuando se divulgó la orden del rey y su edicto, aconteció que muchas doncellas fueron reunidas en la ciudadela de Susa bajo la custodia de Hegai, y Ester también fue llevada al palacio real, al cuidado de Hegai, guardián de las mujeres.
8 Sucedió que, al divulgarse el deseo del rey y su decreto, y al ser reunidas muchas jóvenes en la ciudadela de Susa bajo la vigilancia de Hegué, fue llevada también Ester a la casa del rey, al cuidado de Hegué, que era guardián de las mujeres.
Cuando le correspondió a Ester el turno de presentarse ante el rey, aceptó el consejo de Jegay, el funcionario que estaba a cargo de las mujeres del rey, de modo que se vistió y adornó de acuerdo a sus instrucciones. Ya para ese momento, Ester se había ganado el aprecio de todos los que la conocían. Recordemos que Ester había sido adoptada por Mardoqueo, cuando murió Abijaíl, padre de Ester y tío de Mardoqueo.