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Efesios 3:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 Este es el misterio: que los no judíos compartirán plenamente la herencia con Israel. Ambos son miembros del mismo cuerpo y participan de la misma promesa que Dios nos hizo en Cristo Jesús por medio de las buenas nuevas.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Y el plan de Dios consiste en lo siguiente: tanto los judíos como los gentiles que creen la Buena Noticia gozan por igual de las riquezas heredadas por los hijos de Dios. Ambos pueblos forman parte del mismo cuerpo y ambos disfrutan de la promesa de las bendiciones porque pertenecen a Cristo Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 que en Cristo Jesús los pueblos paganos tienen derecho a la herencia, que ya no están aparte y que van a gozar de la promesa. Esta es la Buena Nueva

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Que los gentiles son coherederos° y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Jesús el Mesías por medio del evangelio,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 a saber, que los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio,

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Efesios 3:6
17 Tagairtí Cros  

Distribuyan la tierra como una heredad para ustedes y para los extranjeros que viven entre ustedes con sus familias. Todos los que nazcan en esta tierra —sean sus padres extranjeros o no— han de ser considerados ciudadanos y tienen los mismos derechos que sus propios hijos.


El cuerpo humano, aunque es uno, está compuesto de muchos miembros; y esos miembros, aunque son muchos, forman un solo cuerpo. Lo mismo sucede con el cuerpo de Cristo.


Todos ustedes forman el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro necesario de ese cuerpo.


Y así sucedió para que ahora Dios pueda dar también a los gentiles la misma bendición que prometió a Abraham; y para que nosotros podamos recibir la promesa del Espíritu Santo a través de esta fe.


Los que pertenecen a Cristo han clavado en la cruz su naturaleza pecaminosa.


Ya antes les mencioné brevemente que Dios mismo me reveló ese misterio.


No se hagan cómplices de esa clase de personas.


Sin embargo, no están conectados a Cristo, la cabeza, a la cual nosotros, que formamos su cuerpo, sí estamos unidos. Y lo estamos por medio de fuertes junturas y ligamentos, con lo cual crecemos a medida que Dios nos nutre.


La predicamos a ustedes para que junto con nosotros participen también de la comunión que disfrutamos con el Padre y con Jesucristo, su Hijo.


Y él mismo nos ha prometido la vida eterna.


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