Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Efesios 1:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 En virtud de lo que Cristo hizo, ahora somos herederos, porque en su plan soberano nos escogió desde el principio para ser suyos; y esto es el cumplimiento de ese plan que Dios quería llevar a cabo.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Es más, dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios, porque él nos eligió de antemano y hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 En Cristo fuimos elegidos nosotros: Aquel que dispone de todas las cosas y las somete a su voluntad decidió que fuéramos pueblo suyo

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

11 en quien también fuimos hechos herederos, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 En él mismo hemos sido también agraciados con la herencia, predestinados -según el previo decreto del que lo impulsa todo conforme a la decisión de su voluntad-

Féach an chaibidil Cóip




Efesios 1:11
40 Tagairtí Cros  

»Pero la sabiduría y el poder verdaderos pertenecen a Dios. Sólo él sabe lo que debemos hacer; él entiende.


»Sí, Dios suele hacer esto en favor del hombre.


Día tras día el Señor cuida de los justos, y les concede recompensas eternas.


Son míos el consejo y el sentido común; son míos el entendimiento y el poder.


¡Oh Señor, honraré y alabaré tu nombre, porque tú eres mi Dios, tú haces grandes maravillas! Hace tiempo las planeaste y ahora las has ejecutado, tal como dijiste.


El Señor Dios Todopoderoso es un maestro admirable y da sabiduría al labrador.


Hasta se burlan del Santo de Israel y desafían al Señor a que los castigue. «¡Vamos, castíganos, Señor!», dicen. «¡A ver qué puedes hacer!».


Pero, ¿pueden nombrar siquiera a uno de estos profetas que tenga tanta intimidad con el Señor que oiga lo que dice? ¿Se ha preocupado siquiera uno de ellos en escuchar?


Tienes gran sabiduría y realizas poderosos milagros, porque tu atención está puesta en todo lo que hace la gente y recompensas a cada cual según su vida y sus hechos.


Él construirá el templo del Señor, luego se sentará sobre su trono real para gobernar. También un sacerdote se sentará sobre otro trono, a su lado, y habrá completa paz y armonía entre ellos”.


Al oír esto los gentiles sintieron una gran alegría y celebraron la palabra del Señor. Y creyeron los que estaban destinados para obtener la vida eterna.


Pero, de acuerdo con el plan que Dios ya tenía trazado, permitió primero que ustedes lo clavaran en la cruz y lo asesinaran por medio de hombres malvados.


porque jamás he eludido la responsabilidad de declararles todo el mensaje de Dios.


Ahora los encomiendo al cuidado de Dios y a su palabra, que es capaz de fortalecerlos y de darles la herencia con los demás que están apartados para Dios.


para que les abras los ojos y dejen las tinieblas para venir a la luz, para que dejen el poder de Satanás por el de Dios. Y así, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia junto con el santo pueblo de Dios”.


Pero sólo están haciendo lo que tú en tu plan ya habías decidido que sucediera.


¿Quién podrá escudriñar los pensamientos del Señor? ¿Quién es su consejero?


Y como somos sus hijos, somos herederos: herederos de Dios y coherederos junto con Cristo. Pero si compartimos su gloria, también hemos de participar de sus sufrimientos.


Además, sabemos que si amamos a Dios, él hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien. Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito.


A quienes Dios conoció de antemano, los destinó desde un principio para que sean como su Hijo, para que él sea el mayor entre muchos hermanos.


Y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los hizo justos; y a los que hizo justos, los glorificó.


Cuando ella estaba a punto de dar a luz mellizos, y antes de que estos hicieran algo bueno o malo, Dios le dijo: «Esaú, el mayor, servirá a Jacob, el menor». Como dicen las Escrituras: «Amé a Jacob y aborrecí a Esaú». Así confirmó Dios su propósito de elegir a quien él quiere llamar, sin tomar en cuenta lo que la persona haya hecho.


Si al obedecer esa ley recibiéramos la herencia, entonces ya no sería creyendo en la promesa de Dios. Sin embargo, Dios se la concedió a Abraham gratuitamente cuando Abraham confió en las promesas de Dios.


La presencia del Espíritu Santo en nosotros es como el sello de garantía de que Dios nos dará nuestra herencia. Además, significa que Dios ya nos ha comprado y que nos salvará hasta el final. Todo esto lo hizo para que le alabemos y le demos a él la gloria.


Pido también que ilumine sus corazones para que sepan cuál es la esperanza a la que los llamó y qué enorme es la riqueza de la herencia que él ha dado a los que son suyos.


Y nos destinó de antemano, por su amor, para adoptarnos como hijos suyos, por medio de Jesucristo, debido a su buena voluntad.


Además, derramó en nosotros la inmensidad de su gracia al impartirnos sabiduría y entendimiento.


Dios nos ha revelado el secreto que tenía guardado, el plan que hace muchísimo tiempo se había trazado en Cristo.


Es lo que Dios, desde la eternidad, había planeado hacer por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.


El Señor los ha rescatado de Egipto (tan destructor como un horno) para que sean su pueblo escogido, su heredad. Esto es lo que ustedes son hoy.


y con gozo darán gracias al Padre, que nos ha capacitado para participar de la herencia que pertenece a los que viven en el reino de la luz.


Recuerden que el Señor Jesucristo les dará la parte que les corresponde, pues él es el Señor a quien en realidad sirven ustedes.


Él se entregó a la muerte por nosotros para poder rescatarnos de todas nuestras iniquidades y convertirnos en un pueblo que fuera suyo, dedicado a hacer el bien.


Lo hizo a fin de poder declararnos justos ante Dios por su gracia y para que fuéramos herederos de la vida eterna, la cual con ansias esperamos alcanzar.


Dios se ató a un juramento para que los herederos de la promesa estuvieran absolutamente seguros de su cumplimiento, y que supieran que nada cambiaría el juramento.


Escuchen, hermanos queridos: Dios ha escogido a los que son pobres según el mundo, para que sean ricos en fe y reciban como herencia el reino que él prometió a quienes lo aman.


y recibamos una herencia que no se puede destruir ni marchitar ni manchar. Esa es la herencia que está reservada en el cielo para ustedes,


No le hagan mal al que les hizo mal ni insulten al que los insultó. Al contrario, bendíganlo, porque Dios los eligió a ustedes para que reciban bendición.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí