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2 Reyes 7:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Pero después se dijeron: ―No es correcto lo que estamos haciendo. Esta es una noticia maravillosa, y debemos darla a conocer. Si esperamos hasta la mañana, nos puede ocurrir alguna desgracia. Vamos, regresemos y avisemos a la gente del palacio.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Finalmente se dijeron entre ellos: «Esto no está bien. Hoy es un día de buenas noticias, ¡y nosotros no lo hemos dicho a nadie! Si esperamos hasta la mañana, seguro que nos ocurre alguna calamidad. ¡Vamos, regresemos al palacio y contémosle a la gente!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Entonces se dijeron unos a otros: ' Lo que hacemos no está bien, porque hoy es un día de buena noticia y no decimos nada. Si esperamos hasta que salga el sol, no nos irá bien. Vayamos pues a llevar la noticia al palacio del rey'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Después se dijeron el uno al otro: No es bueno lo que hacemos; este día es día de albricias, pero nosotros callamos, y si nos quedamos hasta la mañana, nuestra iniquidad nos alcanzará. Vayamos pues, entremos, e informemos en la casa del rey.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero se dijeron: 'No está bien lo que estamos haciendo. Hoy es día de albricias. Si nos estamos callados y esperamos hasta el amanecer, incurriremos en culpa. Vayamos, pues, ahora mismo a anunciarlo al palacio real'.

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2 Reyes 7:9
14 Tagairtí Cros  

Naamán le contó al rey lo que la niña había dicho.


Entonces regresaron a la ciudad y les contaron a los guardias lo que había ocurrido. Les dijeron que habían ido al campamento sirio y no habían hallado a nadie. Que los caballos y los burros estaban atados, y que en las tiendas estaba todo en orden, pero no se veía ni un alma por allí.


Había cuatro leprosos sentados fuera del muro de la ciudad. ―¿Qué hacemos aquí sentados? —se dijeron—.


porque el Señor había hecho que el ejército sirio oyera el sonido de muchos carros que corrían a gran velocidad y el estruendo del galope de caballos y el sonido de un gran ejército que se aproximaba. «El rey de Israel ha pagado a los hititas y a los egipcios para que nos ataquen», habían gritado,


Los leprosos llegaron al campamento, entraron en las tiendas y comieron, bebieron vino, y tomaron oro, plata y vestidos, y lo escondieron todo.


porque puede que caigan siete veces, pero cada vez que caigan se levantarán; pero a los malvados les bastará una sola caída para hundirse en la desgracia.


Yo fui el primero que dijo a Jerusalén. «¡Mira, mira! ¡Ya viene el auxilio!».


¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies de quienes traen la feliz noticia de paz y salvación, la nueva de que el Dios de Israel reina!


¡Miren! Mensajeros descienden de las montañas trayendo buenas noticias: «Los invasores han sido derrotados y hemos sido salvados». ¡Judá, celebra un día de acción de gracias y ríndele un homenaje al Señor como prometiste, porque nunca más volverás a ser atacada por Nínive! ¡Ha sido destruida para siempre! ¡Jamás la volveremos a ver!


»Pero si no cumplen lo que han prometido, pecarán contra el Señor, y pagarán las consecuencias.


Pero el ángel les dijo: «¡No tengan miedo! Les traigo buenas noticias que van a llenar de alegría a todo el pueblo:


Cada uno debe buscar no sólo su propio bien, sino también el bien de los demás.


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