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1 Samuel 5:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

7 Cuando los filisteos comprendieron lo que estaba ocurriendo, exclamaron: «¡No podemos tener el cofre del Dios de Israel aquí por más tiempo, porque todos moriremos juntamente con nuestro dios Dagón!».

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Biblia Reina Valera 1960

7 Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros y sobre nuestro dios Dagón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Cuando el pueblo se dio cuenta de lo que sucedía, exclamó: «¡No podemos quedarnos con el arca del Dios de Israel ni un minuto más! ¡Él está en contra de nosotros! Todos seremos destruidos junto con Dagón, nuestro dios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Al ver lo que les pasaba, dijeron: 'Que el arca del Dios de Israel no quede más con nosotros : vean cómo ha tenido pesada la mano con nosotros y con nuestro dios Dagón'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Al ver esto, los de Asdod dijeron: El Arca del Dios de Israel no debe permanecer con nosotros, porque su mano se ha endurecido contra nosotros y contra Dagón nuestro dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Cuando vio la gente de Asdod lo que les sucedía, dijeron: 'Que no permanezca el arca del Dios de Israel con nosotros, porque su mano se ha mostrado dura con nosotros y con Dagón, nuestro Dios'.

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1 Samuel 5:7
15 Tagairtí Cros  

David sintió miedo del Señor y exclamó: «¡Es mejor no sacar de aquí el cofre del Señor!».


Antes el Señor nos destruyó porque manejábamos los asuntos suyos en forma impropia, por cuanto no eran ustedes quienes la conducían».


Los funcionarios se presentaron delante del faraón, y le preguntaron: ―¿Vas a permitir que seamos destruidos completamente? ¿No sabes que todo Egipto está en ruinas? Deja que ese pueblo vaya y adore al Señor su Dios.


Y los egipcios pedían a los israelitas que se fueran lo antes posible. Les decían: «Si no se van pronto, todos moriremos».


―Está bien, vayan —respondió el faraón—, pero no se vayan demasiado lejos. Ahora, dense prisa y oren por mí.


El faraón llamó a Moisés y a Aarón y les dijo: ―Rueguen al Señor que quite las ranas, y yo dejaré que su pueblo salga a ofrecerle sacrificio.


Rueguen al Señor que termine este terrible azote, pues ya hemos tenido suficientes truenos y granizo, y yo dejaré salir a su pueblo al instante.


El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Castigaré a Amón, dios de Tebas, y a los demás dioses de Egipto. Castigaré también al faraón y a cuantos en él confían.


Porque confiaron en su riqueza y sus habilidades, por lo tanto morirán. Su dios Quemós, junto con sus sacerdotes y príncipes, será llevado a tierras lejanas.


¿Quién puede salvarnos de estos dioses de Israel? Porque son los mismos dioses que destruyeron a los egipcios con plagas cuando Israel estaba en el desierto.


Entonces el Señor atacó al pueblo de Asdod y los pueblos vecinos con una plaga de tumores.


Convocaron una conferencia con los dirigentes de las cinco ciudades de los filisteos para decidir la manera de deshacerse del cofre. Decidieron llevarla a Gat.


«¿Quién puede estar delante del Señor de este Dios Santo? —gritaban—. ¿A dónde podemos enviar el cofre desde aquí?».


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