1 Reyes 6:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008
7 Las piedras usadas en la construcción del templo eran completamente labradas en la cantera, de modo que toda la estructura fue edificada sin que se oyera sonido de martillo, de hacha o de otra herramienta en el lugar de la edificación.
7 Y cuando se edificó la casa, la fabricaron de piedras que traían ya acabadas, de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro.
7 Las piedras que se usaron en la construcción del templo se labraban en las canteras, de modo que no hubo ruido de martillo, ni de hacha, ni de ninguna otra herramienta de hierro en el lugar de la obra.
7 Para construir la Casa, se usaban piedras talladas en las canteras; mientras duró la construcción no se oyó en la Casa ni martillo ni hacha ni ninguna herramienta de fierro.
7 En su construcción, la Casa fue edificada con piedras labradas en las cantería, de manera que ni martillos, ni hachas, ni ningún instrumento de hierro se dejó oír en la Casa mientras la construían.
7 En la construcción del templo se empleaban piedras talladas ya en la misma cantera, de suerte que, durante la construcción del templo, no se oía ruido de martillos, cinceles ni instrumento alguno de hierro.
Estas salas tenían tres pisos de alto, siendo el piso bajo de dos metros con veinticinco centímetros de ancho; el segundo piso medía dos metros con setenta centímetros de ancho, y el piso superior era de tres metros con quince centímetros de ancho. Las medidas de la parte exterior del templo habían sido reducidas, para que las vigas que sostenían las salas no descansaran sobre las paredes.
La entrada a la sala contigua del templo estaba en el costado derecho de la misma, y por medio de escaleras en forma de caracol se podía subir al segundo piso; un segundo tramo de escaleras servía para subir hasta el tercer piso.
También pueden edificar altares de piedra, pero solamente con piedras sin tallar. No golpearán las piedras con ningún tipo de herramienta para labrarlas, porque eso las profanaría y no servirían para mi altar.
Mientras tanto, la iglesia de Judea, Galilea y Samaria tenía paz y crecía en fortaleza y número. Los creyentes aprendían cómo andar en el temor del Señor, fortalecidos por el Espíritu Santo.
Él también tiene derecho de llamar a personas como nosotros, judíos o gentiles, y demostrar así su gran amor y poder para salvarnos. Desde un principio tuvo compasión de nosotros y nos preparó para su gloria.
también ustedes son piedras vivas con las que se está edificando una casa espiritual. Así llegan a ser un sacerdocio santo, para que le ofrezcan a Dios sacrificios espirituales por medio de Jesucristo. Estos sacrificios a él le agradan.