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1 Reyes 18:43 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

43 y le dijo a su siervo: ―Ve y mira hacia el mar. Él fue y miró, y regresó y le dijo a Elías: ―No se ve nada. Entonces Elías le dijo: ―Ve siete veces.

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Biblia Reina Valera 1960

43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

43 Luego le dijo a su sirviente: —Ve y mira hacia el mar. Su sirviente fue a mirar, y regresó donde estaba Elías y le dijo: —No vi nada. Siete veces le dijo Elías que fuera a ver.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

43 luego dijo a su sirviente: 'Sube y mira para el lado del mar'. El muchacho miró y dijo: 'No hay nada'. Elías le dijo: '¡Vuelve de nuevo!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

43 y dijo a su siervo: Sube ahora, y mira atentamente hacia el mar; y él subió, y miró atentamente, y dijo: No hay nada. Y él volvió a decir siete veces: Vuelve.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

43 Y dijo a su criado: 'Sube y mira hacia el mar'. Subió a mirar y dijo: 'No hay nada'. Pero él le dijo: 'Vuelve siete veces'.

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1 Reyes 18:43
11 Tagairtí Cros  

Entonces el varón le dijo: ―Déjame ir, porque ya amanece. Pero Jacob le contestó: ―No te soltaré si no me bendices.


Enseguida Acab se fue a comer y a beber. Pero Elías se subió a la cumbre del monte Carmelo y se arrodilló con su rostro entre las rodillas,


Finalmente, a la séptima vez, el siervo le dijo: ―Veo una pequeña nube, como del tamaño de una mano de hombre, que se levanta del mar. Entonces Elías gritó: ―Corre a decirle a Acab que se suba a su carro y baje de la montaña o será detenido por la lluvia.


El profeta se bajó de la cama y caminó de un lado a otro de la casa por un rato. Volvió a subir y se acostó otra vez sobre el niño. Esta vez el niño estornudó siete veces y abrió los ojos.


Cada mañana, Señor escucha mi clamor; por la mañana te presento mis súplicas y atento espero tu presencia.


Las cosas que planeo no ocurrirán tan pronto, pero con toda seguridad ocurrirán. Aunque pienses que se demoran en cumplirse, no te desesperes. ¡Todo acontecerá en el día que he señalado!


Jesús les contó una parábola a sus discípulos para enseñarles que debían orar siempre y sin desanimarse.


¿No creen ustedes que Dios hará justicia a los que él ha escogido y que claman a él día y noche? ¿Se tardará él en responderles?


Sobre todo, oren a Dios en todo tiempo. Y cuando lo hagan, sean dirigidos por el Espíritu. Manténganse bien despiertos y vigilantes, y no dejen de orar por todo el pueblo santo de Dios.


Lo harán con siete sacerdotes que caminarán delante del cofre, cada uno con una trompeta hecha de cuerno de carnero. En el séptimo día caminarán siete veces alrededor de la ciudad, y los sacerdotes irán tocando sus trompetas.


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