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Éxodo 23:31 - Biblia Version Moderna (1929)

31 Y fijaré tus confines desde el Mar Rojo hasta el Mar de los Filisteos, y desde el desierto de Arabia hasta el río Eufrates; porque entregaré en tu mano a los habitantes de la tierra, para que los arrojes de delante de ti.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Y estableceré los límites de tu territorio desde el mar Rojo hasta el mar Mediterráneo, y desde el desierto oriental hasta el río Éufrates. Entregaré en tus manos a los pueblos que ahora viven en esa tierra, y tú los expulsarás de tu paso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Fijaré tus fronteras desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos (Mediterráneo) y desde el desierto hasta el río Eufrates. Pondré en tus manos a los que ocupan el país y tú los echarás fuera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Y estableceré tu frontera desde el Mar Rojo hasta el Mar de los Filisteos,° y desde el desierto hasta el Río,° porque entregaré en vuestras manos a los moradores de la tierra y tú los expulsarás de tu presencia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Fijaré tus confines desde el mar de los Juncos hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Río. Pondré en tu mano a los habitantes del país y los arrojaré de tu presencia.

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Éxodo 23:31
37 Tagairtí Cros  

En aquel día hizo Jehová pacto con Abram, diciendo: A tu simiente he dado esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates:


de las naciones de que había dicho Jehová a los hijos de Israel: No habéis de llegaros a ellas, ni ellas se han de llegar a vosotros; porque indudablemente apartarán de mí vuestro corazón para seguir tras los dioses de ellas: con éstas pues Salomón se estrechó en lazos de amor.


En esto, he aquí un profeta que se llegó a Acab, rey de Israel, y le dijo: Así dice Jehová: ¿Has visto tú aquella inmensa multitud? Pues he aquí que yo voy a darla en tu mano, hoy mismo; y sabrás que yo soy Jehová.


¶Y Salomón señoreaba todos los reinos desde el río Eufrates hasta la tierra de los Filisteos, y hasta el confín de Egipto; y ellos traían presentes, y servían a Salomón todos los días de su vida.


Porque él señoreaba toda la región de esta parte del río Eufrates, desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes de esta parte del río; y tenía paz por todos lados en derredor suyo.


En ese tiempo, pues, Salomón y todo Israel con él, congregación inmensa que venía desde la entrada de Hamat hasta el Arroyo de Egipto, celebraron la fiesta delante de Jehová nuestro Dios por siete días, y otros siete días, esto es, catorce días.


Y señoreaba Salomón sobre todos los reyes desde el río Eufrates hasta la tierra de los Filisteos, y hasta el confín de Egipto.


Y dominará de mar a mar, y desde el río hasta los cabos de la tierra.


Mas Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo; porque a él y a todo su pueblo y su tierra los he entregado en tu mano. Y harás con él como hiciste con Sehón, rey amorreo, que habitaba en Hesbón.


Manda a los hijos de Israel y les dirás: Cuando entrareis en la tierra de Canaán, (ésta es la tierra que se os dará en herencia por sorteo, es decir, la tierra de Canaán conforme a sus términos),


volveos, y alzad el campamento, y marchad a la serranía de los Amorreos y a todos los lugares vecinos, situados en el Arabá, en la Serranía, en la Sefela, en el Mediodía, y en la ribera del mar, tierra del Cananeo; y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.


Ved que pongo delante de vosotros la tierra; entrad, poseed la tierra que juró Jehová a vuestros padres, a Abraham, a Isaac y a  Jacob, que se la daría a ellos y a su descendencia después de ellos.


Todo lugar donde pisare la planta de vuestro pie, será vuestro. Desde el desierto y el Líbano, desde el río, el río Eufrates, y hasta el Mar Occidental, serán vuestros confines.


Y entrególe Jehová nuestro Dios delante de nosotros; y le herimos a él y a sus hijos y a todo su pueblo.


Desde Aroer, que está sobre la ribera del torrente de Arnón, y la ciudad que está en medio del valle adyacente, hasta Galaad; no hubo ciudad amurallada que fuese demasiado fuerte para nosotros; todas ellas las entregó Jehová nuestro Dios delante de nosotros:


Mas de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da en herencia, no dejarás persona con vida:


Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en tu mano le he entregado, tanto a él como a su pueblo y su tierra. Y harás con él como hiciste con Sehón, rey amorreo, que habitaba en Hesbón.


y para que él arroje a todos tus enemigos de delante de ti, como Jehová te ha prometido.


Sabe pues el día de hoy, que Jehová tu Dios es el que va a pasar delante de ti, cual fuego devorador; él los destruirá, y él los doblegará delante de ti, para que los puedas desposeer y exterminar en breve, según te ha prometido Jehová.


Desde el desierto y este Líbano hasta el río grande, el río Eufrates, toda la tierra de los Heteos, y hasta el Mar Grande, donde se pone el sol, serán vuestros términos.


mas vosotros no os detengáis; seguid al alcance de vuestros enemigos, y exterminad hasta el último de ellos; no dejéis que entren en sus ciudades, ya que los ha entregado Jehová vuestro Dios en vuestra mano.


Y dijo Jehová a Josué: No tengas temor de ellos, porque en tu mano los he entregado; no podrá parar hombre de ellos delante de tu rostro.


y todos los moradores de la Serranía desde el Líbano hasta Misrefot-mayim, es decir, todos los Sidonios: a éstos yo los desposeeré delante de los hijos de Israel; solamente que tú los repartas por suerte a Israel para herencia suya, como yo te lo he mandado.


Y dijeron a Josué: ¡Cierto que ha dado Jehová en nuestra mano toda esta tierra, porque todos los moradores de la tierra desmayan a causa de nosotros!


Y Jehová les dió descanso en derredor, conforme a todo lo que había prometido con juramento a sus padres; pues no pudo parar delante de ellos ninguno de todos sus enemigos; Jehová entregó en mano de ellos a todos sus enemigos.


¶Y he aquí que este día yo sigo el camino de toda la tierra: sabed pues con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que ni una sola ha faltado de todas las cosas buenas que Jehová vuestro Dios ha hablado acerca de vosotros; todas se os han verificado: no ha faltado de ellas ni siquiera una.


Luego pasasteis el Jordán, y llegasteis a Jericó: y pelearon contra vosotros los vecinos de Jericó; los Amorreos también, y los Perezeos, y los Cananeos, y los Heteos, y los Gergeseos, los Heveos y los Jebuseos; mas yo los entregué en vuestra mano.


Envié también delante de vosotros el avispón, que los arrojó de delante de vosotros, es a saber, a los dos reyes de los Amorreos; mas no con tu espada, ni con tu arco.


también ha arrojado Jehová a todos aquellos pueblos (es decir, a los Amorreos que habitaban en esta tierra) de delante de nosotros. Por tanto nosotros también serviremos a Jehová; porque él es nuestro Dios.


Después os traje a la tierra de los Amorreos que habitaban al otro lado del Jordán, y ellos pelearon contra vosotros. Y los entregué en vuestra mano, y tomasteis posesión de su tierra: así los destruí de delante de vosotros.


¶Entonces Jehová dijo a Josué: Extiende hacia Hai la lanza que tienes en la mano; porque yo la daré en tu mano. Josué pues extendió hacia la ciudad la lanza que tenía en su mano.


Entonces vosotros os levantaréis de la emboscada, y os apoderaréis de la ciudad; porque habrála entregado Jehová vuestro Dios en vuestra mano.


Pero los hombres de Israel respondieron a aquellos Heveos: Quizás vosotros habitáis en medio de nosotros; ¿cómo pues celebraremos pacto con vosotros?


Subió pues Judá, y Jehová entregó al Cananeo y al Perezeo en mano de ellos; e hirieron de ellos en Bezec diez mil hombres.


Y Jehová, el Dios de Israel, entregó a Sehón y a todo su pueblo en mano de Israel, quien los hirió; y posesionóse Israel de toda la tierra de los Amorreos que habitaban en aquel país.


Por lo cual David consultó a Jehová otra vez más. Y respondió Jehová, diciendo: Levántate, desciende a Ceila; porque yo entregaré a los Filisteos en tu mano.


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