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1 Pedro 3:1 - Biblia Version Moderna (1929)

1 DE igual manera, vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros propios maridos; para que aun cuando algunos no crean a la palabra, sean ganados, sin la palabra, por medio del comportamiento de sus mujeres;

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Biblia Reina Valera 1960

1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 De la misma manera, ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Igualmente ustedes, mujeres, obedezcan a sus maridos. Si alguno de ellos se opone a la Palabra, será ganado por la conducta de sus mujeres mejor que por discursos,

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 De la misma manera, esposas, estad sujetas a vuestros propios maridos,° para que también los que no creen a la Palabra, sean° ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Asimismo, vosotras, mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, para que si algunos se muestran rebeldes a la palabra, sin palabra alguna sean conquistados por la conducta de las mujeres,

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1 Pedro 3:1
26 Tagairtí Cros  

A la mujer dijo: Haré que sean muchos los trabajos de tus preñeces; con dolor parirás los hijos; y a tu marido estará sujeta tu voluntad, y él será tu señor.


El fruto del justo es un árbol de vida; y el que gana las almas es sabio.


El hermano ofendido más difícil es de ganar que una ciudad fuerte, y las contiendas que resultan son como los cerrojos de un castillo.


¶Y si tu hermano pecare contra ti, vé, manifiéstale su culpa entre ti y él solo: si te oyere, habrás ganado a tu hermano.


Pero no todos escucharon las buenas nuevas. Porque Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?


Gracias empero a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis venido a ser obedientes de corazón a aquella forma de enseñanza a la cual habéis sido entregados;


Porque la mujer que tiene marido, ligada está por la ley a su marido, mientras éste vive; mas si hubiere muerto el marido, ella queda desobligada de la ley del marido.


Mas quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.


¶Vuestras mujeres guarden silencio en las iglesias: porque no les es permitido hablar; mas estén en sujeción, así como lo dice también la ley.


Pues ¿cómo sabes, oh mujer, si salvarás a tu marido? ¿O cómo sabes, oh marido, si salvarás a tu mujer?


Sin embargo, en cuanto a vosotros también, amad cada uno individualmente a su propia mujer como a sí mismo; y vea la mujer que reverencie a su marido.


¶Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.


Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando cada oportunidad de hacerles bien.


en llamas de fuego, tomando venganza en los que no conocen a Dios y en los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús:


¶Por fe Abraham, habiendo sido llamado, para que saliera a un lugar que había de recibir como herencia, obedeció; y salió sin saber a dónde iba.


y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser autor de eterna salvación a todos los que le obedecen;


Habiendo purificado vuestras almas, en virtud de vuestra obediencia a la verdad, para amor no fingido de los hermanos, amaos los unos a los otros fervientemente, con sencillo corazón;


observando vuestro comportamiento modesto, unido con temor.


¶De la misma manera, vosotros maridos, habitad con ellas según inteligencia, como que es la mujer el vaso más débil; dándoles honra, como que sois también coherederos de la gracia de vida eterna; para que vuestras oraciones no sean estorbadas.


Porque ha llegado el tiempo que comience el juicio desde la Casa de Dios; y si comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?


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