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Proverbios 12:15 - Biblia Martin Nieto

15 El insensato juzga recto su propio camino, pero el que escucha los avisos es sabio.

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Biblia Reina Valera 1960

15 El camino del necio es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Los necios creen que su propio camino es el correcto, pero los sabios prestan atención a otros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 El tonto está seguro de sus decisiones, pero el sabio atiende a los consejos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 El camino del necio es recto ante sus propios ojos, Pero el que escucha el consejo es sabio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 El necio cree justo su camino, el sabio escucha el consejo.

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Proverbios 12:15
19 Tagairtí Cros  

que el sabio escuche y aumentará su saber, y el entendido adquirirá destreza;


El hijo sabio ama la disciplina, el insolente no escucha la reprensión.


El orgulloso provoca peleas, la sabiduría está con los que se dejan aconsejar.


Un camino puede parecer recto a un hombre, pero, en fin de cuentas, conduce a la muerte.


El sabio teme y se aparta del mal, pero el insensato es insolente y se cree seguro.


A los ojos del hombre todos sus caminos son puros, pero el Señor juzga las intenciones.


Hay caminos que parecen rectos, pero, en fin de cuentas, conducen a la muerte.


Escucha el consejo y acepta la corrección para ser sabio en el futuro.


A los ojos del hombre todos sus caminos son rectos, pero es el Señor quien pesa los corazones.


¿Ves a un hombre que se tiene por sabio? Más se puede esperar de un necio que de él.


El holgazán se imagina que es sabio, más que siete personas que responden con tino.


El rico se tiene por sabio, pero el pobre inteligente sabe desenmascararlo.


No te tengas por sabio; teme al Señor y apártate del mal;


raza que se tiene por pura, pero que no se ha lavado de sus inmundicias;


Da al sabio, y se hará más sabio todavía; instruye al justo, y acrecerá su ciencia.


Más vale un muchacho pobre y sabio que un rey necio y anciano, que no sabe ya escuchar consejos.


El fariseo, de pie, hacía en su interior esta oración: Dios mío, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano;


Porque si alguno se imagina ser algo, siendo así que es nada, se engaña a sí mismo.


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