Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Oseas 9:8 - Biblia Martin Nieto

8 Efraín espía en la tienda del profeta, le tiende lazos en todos sus caminos, le persigue hasta en la casa de Dios.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

8 Atalaya es Efraín para con mi Dios; el profeta es lazo de cazador en todos sus caminos, odio en la casa de su Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 El profeta es un centinela sobre Israel para mi Dios, sin embargo, dondequiera que va le tienden trampas. Hasta en la casa de Dios enfrenta hostilidad.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Efraím monta guardia ante mi Dios y el profeta trata de impedir que el enemigo llegue de sorpresa, anunciando el ataque contra el templo de sus ídolos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y el vidente de Efraín profetiza sin contar con su Dios; Es trampa de furtivo en sus caminos, Y subversión en la Casa de su Dios.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Junto a la tienda del profeta espía Efraín: es lazo de pajarero en todos sus caminos, hostilidad en la casa de su Dios.

Féach an chaibidil Cóip




Oseas 9:8
42 Tagairtí Cros  

Elías, el tesbita, de Tisbé, en Galaad, dijo a Ajab: '¡Vive el Señor, Dios de Israel, a cuyo servicio estoy!: en estos dos años no habrá lluvia ni rocío, mientras yo no lo diga'.


Después de mucho tiempo, a los tres años, el Señor dijo a Elías: 'Anda, preséntate a Ajab, pues quiero hacer llover sobre la faz de la tierra'.


Ahora bien, manda reunir junto a mí en el monte Carmelo a todo Israel y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal que comen a la mesa de Jezabel'.


Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho cuernos de hierro, y decía: 'Esto dice el Señor: Con éstos acornearás a Siria hasta exterminarlo'.


Y él respondió: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas. Y el Señor dijo: Tú lograrás seducirlo; vete y hazlo así.


Miqueas repuso: 'Si vuelves sano y salvo, el Señor no ha hablado por mi boca'.


Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, cuatrocientos, y les dijo: '¿Debo atacar a Ramot de Galaad, o no?'. Respondieron: 'Atácala, porque el Señor la pondrá en tus manos'.


y sucedió que mientras unos hombres estaban enterrando a un muerto, divisaron una banda, echaron al hombre en el sepulcro de Eliseo y escaparon. Apenas aquel hombre tocó los huesos de Eliseo, revivió y se puso en pie.


Entonces tomó el manto, que se le había caído a Elías de encima, y golpeó con él las aguas, diciendo: '¿Dónde está el Señor, Dios de Elías? ¿Dónde está?'. Golpeó las aguas, y éstas se dividieron a uno y otro lado, y pasó a pie enjuto.


Y fue al manantial del agua, y echó allí la sal, diciendo: 'Esto dice el Señor: Yo saneo estas aguas; no se originará de ellas en adelante muerte ni esterilidad'.


Él ordenó: 'Traedme harina'. La echó en la olla, y añadió: 'Sírveles ahora'. Y en la olla no se encontró ya nada malo.


Pero su criado replicó: '¿Cómo voy a poner esto delante de cien hombres?'. Él dijo: 'Dalo a la gente para que coman, pues esto dice el Señor: Comerán, y sobrará'.


Entonces bajó, se bañó siete veces en el Jordán, como había dicho el hombre de Dios, y su cuerpo quedó limpio como el de un niño.


pero la lepra de Naamán se os pegará a ti y a tu descendencia para siempre'. Y salió de su presencia blanco como la nieve de lepra.


el oficial respondió al hombre de Dios: 'Aunque el Señor abriera las ventanas del cielo, ¿podría suceder tal cosa?'; él había añadido: 'Tú mismo lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello'.


El oficial sobre cuyo brazo solía apoyarse el rey dijo al hombre de Dios: 'Aunque el Señor abriera las ventanas del cielo, ¿podría suceder tal cosa?'. Eliseo respondió: 'Pues bien, tú mismo lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello'.


como un pájaro, logramos escapar de la red de los pajareros; la red se rompió y logramos escapar.


El hombre no conoce su hora: como los peces que son apresados en la red fatal y como los pájaros que se enredan en el lazo, así los hombres se dejan enredar por el infortunio cuando de improviso cae sobre ellos.


Me encontraron los centinelas, los que hacen la ronda por la ciudad: '¿Habéis visto al amor de mi vida?'.


Sobre tus murallas, Jerusalén, he apostado centinelas, para que ni de día ni de noche se callen nunca. Vosotros, los que rendís memoria al Señor, no os concedáis reposo.


Yo era como un manso cordero que es llevado al matadero, ignorante de las tramas que estaban urdiendo contra mí. '¡Destruyamos el árbol con su fruto, arranquémoslo de la tierra de los vivos y no se recuerde más su nombre!'.


Yo exclamé: '¡Ah, Señor Dios! Mira que los profetas les dicen: No veréis la espada ni sufriréis hambre, sino que os daré una paz segura en este lugar'.


En los profetas de Samaría vi cosas repugnantes: profetizaban en nombre de Baal y pervertían a mi pueblo Israel.


Sí, vendrá un día en que los centinelas gritarán en la montaña de Efraín: '¡Levantaos, subamos a Sión, hacia el Señor, nuestro Dios!'.


Curan ellos la herida de su pueblo livianamente, diciendo: ¡Paz, paz! siendo así que no hay paz.


He emplazado sobre ellos centinelas. '¡Atención al sonar de la trompeta!'. Pero han dicho: '¡No estaremos atentos!'.


Tus profetas tuvieron para ti visiones de mentira y engaño. No te desvelaron tu perversidad, para alejar tu destierro de ti; te anunciaron visiones de engaño, de mentira y perversión.


Fue por los pecados de sus profetas, por las iniquidades de sus sacerdotes, que en medio de ella derramaban la sangre de los justos.


'Hijo de hombre, yo te he puesto como centinela de la casa de Israel. Cuando oigas de mi boca una palabra, los advertirás de parte mía.


Ahora bien, hijo de hombre, yo te he constituido a ti centinela de la casa de Israel. Cuando oigas de mi boca una palabra, los pondrás en guardia de mi parte.


Escuchad esto, sacerdotes; atiende, casa de Israel; casa real, prestad oído, porque se hace justicia contra vosotros. Vosotros os habéis hecho un lazo en Mispá y una red tendida en el monte Tabor,


Ha llegado la hora del castigo, ha llegado la hora de la paga merecida; que lo sea Israel: el profeta es un necio, un loco el hombre inspirado, por tu gran crimen, por tu gran rebelión.


Están profundamente corrompidos, como en los días de Guibeá; pero el Señor recordará su crimen y castigará sus pecados.


Entre ellos el mejor es como una zarza, el más justo como cerca de espinos. El día anunciado por el centinela llega, el día de ajustar cuentas; entonces reinará la confusión.


Si no hubiera hecho ante ellos obras que nadie ha hecho, no tendrían culpa. Pero han visto esas obras y, a pesar de todo, me odian a mí y a mi Padre.


Si mi infidelidad resalta y engrandece la fidelidad de Dios, ¿por qué yo voy a ser condenado como pecador?


Obedeced a vuestros jefes y estadles sumisos, porque ellos cuidan de vuestras vidas, de las cuales deberán dar cuenta, para que lo hagan con alegría y no con lágrimas, lo que no os beneficiaría nada.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí